1 de mayo de 2012

Historia del primero de Mayo


"Si creéis que ahorcándonos podéis acabar con el movimiento obrero, el movimiento del cual los millones de oprimidos, los millones que laboran en la miseria y la necesidad esperan su salvación -si ésta es vuestra opinión, entonces ahorcarnos! Aquí pisoteáis una chispa, pero allí y allá, detrás de vosotros, frente a vosotros, y por todas partes, las llamas surgirán. Es un fuego subterráneo. No lo podréis apagar" . Albert Spies. Ejecutado en Chicago el 11 de noviembre de 1887

(El 11 de Noviembre de 1887 se consumó la ejecución de Parsons, Spies, Fischer y Engel, mientras que Linng se había suicidado en su celda, y a Schwab y Fielden les condenaron a cadena perpetua)

Jornadas de trabajo de entre 14 y 18 horas, condiciones laborales y de vida insoportables, derechos laborales fundamentales inexistentes, y un largo etcétera de carencias en el ámbito laboral y humano, caracterizaba a la clase trabajadora producto de la Revolución Industrial del siglo XIX. Una fecha que hoy se conmemora, pero de la que muchos desconocen su efeméride, comenzaría a cambiar la situación insostenible en que vivía la clase trabajadora: el 1º de Mayo.

El 1º de Mayo de 1886 la clase obrera elevó en una sola voz una misma exigencia: la jornada de ocho horas, acordada en Noviembre de 1884 en Chicago en el IV Congreso de la American Federation of Labor. La respuesta a las ocho horas de trabajo fue negativa por parte de la patronal. La clase obrera organizada comenzó a manifestarse y paralizó el país con más de cinco mil huelgas, algunas de las cuales fue reprimida por las fuerzas de seguridad produciéndose gran cantidad de trabajadores muertos, heridos, despedidos y detenidos; el Chicago Tribune comentó en sus columnas: "El plomo es la mejor alimentación de los huelguistas..." Finalmente, el 11 de Noviembre del mismo año, una representación de la lucha de la clase obrera fue juzgada y sentenciada, unos a muerte, otros a cadena perpetua. Desgraciadamente, la Burguesía no permitió una conquista sin mártires.

Antes de finalizar el año, un total aproximadamente de trescientos mil trabajadores gozarían del derecho a las ocho horas laborales. El deseo de la disminución de la jornada laboral llevó a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando muchos hasta ese momento habían permanecido indiferentes a la agitación sindical.

¿Cuál debe ser el grito que unifique en una sola voz a los trabajadores del siglo XXI? ¿Acaso no debemos continuar luchando por los derechos de los trabajadores y la dignidad del trabajo, por la libertad, la justicia social y la solidaridad, luchando por construir una sociedad más justa?  Hoy son la precariedad laboral, la flexibilización y desregularización del mercado laboral, el desempleo, las privatizaciones, una seguridad social solidaria y universal, el debilitamiento del Estado frente a la globalización económica neoliberal, así como las consecuencias de esta última en forma de injusticia social, son las grandes reivindicaciones y campos de lucha de la clase trabajadora.

El 1º de Mayo no es pues un día de manifestaciones, sino que debe ser la praxis diaria de la lucha por la dignidad, el derecho y la justicia de una clase trabajadora unida y fuerte.

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