30 de abril de 2012

Clara Campoamor, feminista y republicana


Clara Campoamor fue una mujer hecha a sí misma, y que tuvo la generosidad de facilitar a otras mujeres que siguieran su propio camino. Hoy la recordamos por su lucha por la igualdad que hoy se mantiene cuando se cumplen cuarenta años de su fallecimiento el 30 de abril de 1972, toda una referencia española en la demanda de una sociedad de hombres y mujeres con los mismos derechos.

La acción y las reflexiones de Clara Campoamor son toda una enseñanza y un estímulo para los que combatimos los techos de cristal a los que todavía hoy se enfrenta la mujer. Clara Campoamor fue abogada de profesión, política española que murió en su exilio suizo. Fue defensora de los derechos de la mujer y principal impulsora del sufragio femenino en España, logrado en 1931 y ejercido por primera vez en 1933.

Pero Clara Campoamor no nació destinada a ser un personaje de los que hacen historia. Abrió los ojos en el popular barrio de Maravillas, en Madrid, el 12 de febrero de 1888, hija de un empleado de un periódico y de una costurera de quien aprendió su primera profesión.

Sube pequeños peldaños en la vida: auxiliar de telégrafos, profesora de taquigrafía, secretaria de un diario… Clara Campoamor debe cada vez menos a sus manos y más a su privilegiada inteligencia, a la que alimentaba en cuanto tenía ocasión. En 1916 ingresaba en el Ateneo de Madrid, todavía un centro intelectual de primer orden, y que sería muy importante en su vida.

En sus ventitantos comenzaba a ser conocida en círculos feministas. Se estaba labrando una carrera que empezaba a ser prometedora. Pero aún tenía que volver atrás para seguir adelante. Su trabajo le impidió terminar el bachillerato y éste le impedía acceder a la universidad, que era un paso exigido para su inteligencia y ambiciones.

Y eso hizo. Con 33 años acude al Instituto Cisneros y, rodeada de púberes, se saca el bachillerato dos años más tarde. En 1924 era ya licenciada en Derecho. Ya tenía despejada su carrera por acelerar la historia y lograr el voto femenino en España. Abre su propio despacho y trabaja para la Academia de Jurisprudencia.

Fue una dictadura la que le robó a la democracia la que estaba llamada a ser una de sus conquistas: el voto femenino. Bien que Miguel Primo de Rivera comandó una “dictablanda” y que el voto se siguió prohibiendo a las prostitutas y a las mujeres casadas.

Llegó la II República, sobre la que se proyectaron infinitas esperanzas de cambio; era como si con la monarquía hubiesen caído todos los frenos, visibles e invisibles, para el progreso social en España. Campoamor vio el cielo, y la historia, abiertos.

En julio de 1931, Camoamor fue llamada a la Comisión Constitucional. El voto no era universal, ya que se concedió a los varones mayores de edad, pero nuestra mujer quería que se extendiese a todos. Y eso incluía a las mujeres. Las izquierdas estaban, con excepciones, en contra, así como el Partido Radical, el de Campoamor. Creían que las mujeres estaban captadas por los curas y por la derecha.

Victoria Kent hizo de punta de lanza contra el voto femenino, pero las intervenciones de la jurista madrileña fueron decisivas para el "sí" final: 161 votos frente a 121 que rechazaban ese derecho a las mujeres. Tal fue la oposición y la inquina que produjeron su éxito, que para explicarlo tituló un libro El voto femenino y yo. Mi pecado mortal. Cometió otros pecados, como luchar por la igualdad legal de los hijos tenidos fuera y dentro del matrimonio, o por el divorcio.

Publicó esta obra en el año 1936, el último de la II República. Clara Campoamor, una mujer liberal y demócrata, observó cómo un sistema democrático era arrasado por los fanatismos a izquierda y derecha.

Hubieran hecho falta miles de hombres y mujeres como ella para que aquello funcionara, pero eran los 30', una década secuestrada por ideas totalitarias, brutalmente opuestas a lo que significaba Campoamor. A aquél fracaso dedicó su libro La revolución española vista por una republicana.

Pasó la guerra en aquél Madrid resistente y revolucionario, y tuvo que irse al exilio tras la contienda civil. Vivió lo suficiente como para ver fracasar la democracia en Argentina, uno de sus países de acogida, pero terminó sus días en Suiza. Una España intransigente y corta de miras no le permitió vivir su madurez en su propio país. Murió en Lausana el 3o de abril de 1972.

Somonte, recuperación de las tierras


Salud compañeros/asLos trabajadores/as no vamos a ser domados por la represión, ni por los juicios o las multas, si no que nos hacemos mas fuertes en la lucha y aumenta nuestra unidad.En este 2° día tras la recuperación de las tierras la situación de apoyo solidaridad ha aumentado, las faenas de la tierra continúan con el trabajo voluntario de los muchos compañeros/as que se han unido a la ocupación.¡VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIAL!¡VIVA LA LUCHA CAMPESINA!

Salut compañeros/asNous, les travailleurs/euses, n'allons pas nous laisser dompter par la répression, les jugements ou les amendes, au contraire cela nous rend plus forts dans la lutte et augmente notre unité.En ce 2ème jour depuis la récupération des terres, le soutien solidaire a augmenté, les travaux de la terre continuent avec le travail volontaire des nombreux compañeros/as qui se sont unis à l'occupation.VIVE LA RÉVOLUTION SOCIALE !VIVE LA LUTTE PAYSANNE !

Salut ComradsWe the worker will not be dominated by repression, nor by judges or fines, instead they make us stronger in the figth and make us more united.On this second day after the reclaminig of the land, the support situation is better than ever, the tasks are being pursued with the voluntary work of the many comrads who have joined the occupation.VIVA THE SOCIAL REVOLUTION!VIVA THE FIGTH OF THE CAMPESIN@s!

Salud comradesGenossInnenWir die Arbeiter lassen uns nicht unterdrücken von der Repression, den Richtern und Strafen. Im Gegenteil, sie machen uns stärker in unserem Kampf und schweißen uns noch mehr zusammen.An diesem zweiten Tag nach der Rückeroberung des Landes ist die Situation der Unterstützung gestiegen. Die anstehenden Aufgaben werden vorangetriebe durch die freiwillige Arbeit der zahlreichen GenossInnen, die sich der Besetzung angeschlossen haben.ES LEBE DIE SOZIALE REVOLUTION!ES LEBE DER DER KAMPF DER LANDARBEITER!

Saluti Compagni e Compagne,Noi lavoratori e lavoratrici non saremo domati né con la repressione, né con i processi, né con le multe, al contrario ci siamo resi più forti nella lotta e aumenta la nostra unità.In questo secondo giorno dopo la riappropriazione della terra, la situazione di appoggio e solidarietà ha aumentato, il lavoro della terra continua grazie ai compagni/e volontari/e che si sono uniti/e all'occupazione.VIVA LA RIVOLUZIONE SOCIALE!VIVA LA LOTTA CONTADINA!

29 de abril de 2012

El 12 de mayo #tomalacalle!!! #12m15m #primaveraglobal


Se manifiestan los abuelos, se manifiestan familias, se manifiestan estudiantes que no quieren ir a servir cafes en Londres, se manifiestan profesionales de la salud y la educacion, se manifiesta el vecino que sujeta la puerta cuando vas a entrar en el portal. El 12 de mayo no los abandones. El 12 de mayo #tomalacalle!!! #12m15m #primaveraglobal

El 12 de mayo #tomalacalle!!! #12m15m #primaveraglobal

¿Por que debes salir el 12 de mayo? Esto si es violencia

Esto es lo que importa y a lo que dedicamos nuestro tiempo y ganas #12M15M

27 de abril de 2012

Las cenizas de Gramsci, a 75 años de su muerte


Cuando en 1947 fueron publicadas las Lettere dal carcere de Antonio Gramsci provocaron una profunda impresión en toda la cultura italiana. Se trataba de una de las obras maestras de la literatura italiana del siglo, pero este no era el único motivo pues Benedetto Croce escribió que el libro pertenecía a alguien opositor pero a quien respetaba porque "tuvo alta dignidad de hombre y aceptó peligros, persecuciones, sufrimientos y muerte por un ideal.", y agregó "Gramsci con fortaleza, serenidad y simplicidad como hombre de pensamiento fue uno de los nuestros, de aquellos que en los primeros decenios del siglo formaron una mente filosófica e histórica adecuada a los problemas del presente, entre los que me encontré como anciano".

Croce justamente declaraba de haber encontrado en las Lettere dal carcere los frutos mejores de aquellos decenios tan ampliamente plasmados por su enseñanza "el renovado concepto de la filosofía en su tradición especulativa y dialéctica y no ya positivista y clasificatoria, la amplia visión de la historia, la unión de la erudición con el filosofar, el sentido vivísimo de la poesía y del arte en su carácter original y con ello el camino abierto a reconocer en su positivismo y autonomía todas las categorías ideales."El reconocimiento de Croce ponía en relieve la originalidad y complejidad del marxismo de Gramsci".

De las líneas esquemáticas de la biografía de Gramsci surge la unidad fundamental entre su vida y su obra con un compromiso ideológico político enérgicamente revolucionario, socialista primero, y luego comunista. Es esta la nota fundamental de la personalidad gramsciana así como toda su existencia dirigida a la realización de un concreto y bien definido ideal político y social asumido como misión. Sus escritos inclusive los literarios, son una dilucidación y una sistematización teórico práctica de aquel ideal.

Unidad de pensamiento y acción que ofrece otra imagen del intelectual, aquella del "intelectual orgánico" constructor y organizador, antítesis de la clásica imagen del intelectual italiano y humanista.: "el gran intelectual debe zambullirse en la vida práctica, convertirse en un organizador de los aspectos prácticos de la cultura si quiere continuar dirigiendo, debe democratizarse, ser más actual; el hombre del Renacimiento ya no es posible en el mundo moderno cuando en la historia participan activa y directamente masas humanas siempre más diferentes".

En la formación y madurez de Gramsci contribuyeron tres experiencias fundamentales que fueron aquellas del conocimiento juvenil de la realidad humana y social de Cerdeña donde naciera en 1891 y donde permaneció hasta los 20 años, luego el acercamiento al mundo universitario y obrero de Turín, y por último el largo y doloroso encarcelamiento que concluyó con su vida en 1937. Después del ascenso al poder de Mussolini, Gramsci forja entonces claramente la idea de la formación del Partido Comunista, tan clara que fue el mismo Mussolini quien ordenara que lo encerraran pues no quería volver a escuchar su voz. Fue encarcelado en el 1926 y salió para morir en 1937, vencida ya toda su resistencia física .

En la cárcel escribió las Lettere dal carcere y Quaderni dal carcere con un estilo sobrio, esencial con un constante y ardiente amor por la verdad armado con la ironía y el sarcasmo, imponiendo podemos decir sin posibilidad de error un estilo que modificó el estilo de la lengua italiana anterior. Podemos insistir que las Lettere dal carcere además de la problemática presentada en Quaderni repropuestas de manera distinta y más laxa, conllevan acentos conmovidos y enternecidos al dirigirse al mundo familiar y doméstico en las líneas dedicadas a sus hijos a quienes de manera sutil trata de educar, de darles sentido de honor, y que se han convertido en modelo en el mundo literario italiano.

Páginas de abandono confidencial y afectuoso en las que el ambiente sardo es revocado con tonos nostálgicos. Le Lettere son un documento del largo período que Gramsci pasó en el encierro carcelario, y testimonio de un ininterrumpido diálogo con parientes, familiares, amigos, conocidos, además de un itinerario de sus intereses políticos y culturales. Asume en estas cartas actitud valiente y digna aceptando la desventura que lo golpeaba, la injusticia pues como diputado hubiera debido ser considerada su inmunidad parlamentaria. Aparecen allí una innegable serenidad, firmeza, tranquilidad interior y de ética: " no creas que mi serenidad haya disminuido. He envejecido, tengo muchos cabellos blancos, he perdido los dientes, no río más como lo hacía una vez pero creo que me he vuelto más sabio y he enriquecido mi experiencia de los hombres y de las cosas.

Por otra parte no he perdido el gusto por la vida "El epistolario de Gramsci es evidentemente una forma de mantenerse en contacto con el mundo y con su mundo afectivo, una toma de conciencia, una forma autobiográfica de mostrar su formación en el clima intelectual del renacimiento del idealismo italiano, organizado por Croce y por Gentile, y que en ese clima absorbió numerosas ideas y fermentos.

En un célebre artículo escrito en 1918 comentando los sucesos revolucionarios en Rusia, el joven Gramsci afirmaba que la revolución de los bolcheviques estaba materializada más por ideologías que por hechos, agregando que "ésta era una Revolución contra El Capital de Marx" Señalaba así que los bolcheviques habían roto el esquema del marxismo ortodoxo según el cual una revolución socialista no era posible en un país atrasado privado de aquel desarrollo capitalista que habría creado las condiciones aptas para el Socialismo rompiendo el esquema del marxismo ortodoxo y rompiendo lanzas contra los bolcheviques, afirmaba que habían renegado de algunas afirmaciones de El Capital pero reconocía asimismo que no habían renegado del pensamiento vivificador. Agregaba luego que Lenin y sus compañeros "vivían el pensamiento marxista, aquel que no muere jamás, que es la continuación del pensamiento idealista italiano y alemán, y que en Marx estaba contaminado de incrustaciones positivistas y naturalísticas."

Gramsci ubicaba como máximo factor de la historia no los hechos económicos sino a los hombres que desarrollan una voluntad social colectiva, que comprende los hechos económicos y los adecuan a su voluntad hasta que ésta se vuelve el motor de la economía, que plasma la realidad objetiva.

Esta concepción en la que la voluntad colectiva, el proyecto político y la cultura dependiente de éste se volvían los elementos primarios y decisivos, encontraría una formulación madura, amplia y articulada en los Quarderni dal carcere. El concepto central, la llave decisiva del marxismo de Gramsci es "la sociedad civil" la cual como ha revelado Bobbio, comprende no ya todo el complejo de las relaciones materiales como ocurría con Marx, sino todo el complejo de las relaciones ideológico culturales, no ya todo el complejo de la vida comercial e industrial sino todo el complejo de la vida espiritual e intelectual. Lo que más interesa a Gramsci es precisar la posición de los intelectuales respecto a las otras fuerzas sociales, su rol en la política y el Estado, entender qué características debería tener este nuevo tipo de intelectual que debiera ser orgánico con el proletariado. Es importante remarcar que para Gramsci el concepto de intelectual comprende a quienes cumplen cargos directivos, organizativos y educativos.

La sociedad civil así entendida se convierte para Gramsci en el momento primario y subordinante respecto al cual la estructura económica es el momento secundario y subordinado. La relación estructura-sobrestructura como había sido formulado por el marxismo clásico, permitió a Gramsci desarrollar en toda su amplitud el concepto de "hegemonía".

Para el pensador sardo en efecto, en los países occidentales desarrollados y por lo tanto complejamente articulados, la clase obrera y su partido político no podían limitarse al ejercicio del dominio marxística y leniniscamente entendido, sino que debían conquistar y conservar ese dominio sólo si eran capaces de ejercitar la propia hegemonía en la sociedad civil, es decir si eran capaces de elaborar una nueva cultura, una gran reforma intelectual y moral como para plasmar toda la sociedad.

Es evidente en esta concepción el notable esfuerzo cumplido por Gramsci para elaborar una estrategia revolucionaria basada sobre el consenso y no simplemente sobre la fuerza y sobre la coerción. Los instrumentos teóricos usados para actuarlos hacen de Gramsci el pensador marxista más agudo y más interesante de nuestro siglo. Sin embargo nos equivocaríamos si se quisiera ver en su concepción "expansiva" y complejamente articulada del poder político una especie de pluralismo, o de "desviación" liberal democrática respecto al marxismo-leninismo.

Volver a visitar a Gramsci como lo hiciera Pier Paolo Pasolini en su poema Ceneri di Gramsci para mantener un diálogo con él, consigo mismo y con Italia en el cementerio de los protestantes donde está enterrado, y hablar contra la pérdida de memoria, releer su despiadada historia personal, meditar sobre la prolongación de los tiempos sin luz, marca la existencia de seres que como él llevaron más allá de los dolores y preocupaciones personales su ideales adelante, a pesar de la vida. Como Pasolini lo describiera en el poema:

"Tu joven en aquel mayo en que el horror
 era aún vida, en aquel mayo italiano
 que a la vida agregaba al menos ardor
 ... delineabas el ideal que ilumina este silencio".

La expansión de los hechos políticos y sociales produjo en el mundo un nuevo tipo de escritor a mitad de camino entre la militancia y la escritura; en éstas de Pasolini el lenguaje de lugar privilegiado tiende a devenir signo autosuficiente de compromiso. Esto creo sean estas ilustres Cenizas de Gramsci.

26 de abril de 2012

75 años del bombardeo de Guernika


El día 26 de este mes de abril se cumplirán 75 años del bombardeo de la localidad vizcaína de Guernika por fuerzas de la Legión Condor, Luftwaffe, apoyadas por algunas unidades aéreas italianas.

La dirección del ataque corrió a cargo del teniente coronel Wolfran von Richthofen, Jefe del Estado Mayor de la legión Cóndor y primo del famoso piloto de la Primera Guerra mundial, Manfred von Richthofen, mas conocido por el sobrenombre de El barón rojo, por el color de su avión; pero la responsabilidad de la masacre debe ser compartida por las fuerzas expedicionarias que Alemania e Italia destinaron para ayudar a los sublevados españoles y por los mandos superiores de los levantados en armas, que autorizaron y dieron el visto bueno al ataque, aunque el general Mola, jefe del Ejército del Norte, dijo indignarse con la operación.

El Bombardeo de Guernika no fue un hecho aislado en la campaña de los nacionales en el País Vasco, porque el 31 de marzo la aviación italiana había arrasado Durango causando casi 300 muertos. Para mas inri, los sublevados atribuyeron la destrucción de la ciudad a las fuerzas republicanas, pero quiso la casualidad que en esos momentos se encontraran en Bilbao varios periodistas británicos, entre ellos George Steer, que trabajaba en el diario The Times y que envió a Inglaterra varios reportajes, incluso aportando fotos de algunas bombas alemanas que no llegaron a explotar.


Ante el escándalo internacional, el mando fascista argumentó que en Guernica había fábricas de armas y un puente importante y que la ciudad era un objetivo de carácter militar prioritario para cortar la retirada hacia Bilbao de las fuerzas republicanas.Pero la realidad era muy distinta, porque ni la pequeña fábrica situada en las afueras fue bombardeada ni tampoco el citado puente, que quedó intacto, pues el ataque no era de precisión, porque se realizó a 3.600 metros de altura, aunque la localidad vasca carecía de cualquier tipo de defensa antiaérea.

La verdad es que el bombardeo tenía otros objetivos, por parte de las mandos nacionales se trataba de aterrorizar a la población civil para terminar pronto la campaña de Euskadi y los alemanes de la Legión Cóndor estaban interesados en probar nuevas armas y nuevas tácticas de bombardeos de alfombra sobre ciudades.

El teniente coronel Richthofen reconocía, con una criminal ironía, en su diario que en Guernica se había comportado muy maleducadamente y el criminal de guerra nazi y jefe de la Luftwaffe, Hermann Wilhelm Göring, manifestó en Los Juicios de Núremberg que sus muchachos tuvieron un buen entrenamiento en la Guerra de España.


En el bombardeo participaron 4 escuadrillas de aviones Junkers Ju-52 y una escuadrilla de bombardeo experimental compuesta por varios Heinkel He-111 y Dornier Do-17, que fueron escoltados por cazas Heinkel He-51 y Messermitch Me-109. También colaboró un número indeterminado de cazas italianos.

No fue posible determinar el número exacto de víctimas porque las tropas franquistas, que entraron dos días después en la ciudad, quemaron los archivos del ayuntamiento, pero la población quedó completamente destruida, ya que no solo se utilizaron bombas convencionales de 250 kilos, también cientos de pequeñas bombas incendiarias de un kilo que convirtieron la ciudad, que carecía de servicio de bomberos, en una antorcha.

En 1.997, el entonces presidente de Alemania, Roman Herzog, en el 60 aniversario del bombardeo, en carta leída por el embajador alemán en Madrid a los descendientes de las víctimas, pidió públicamente perdón por la manifiesta autoría de la masacre.

Nada refleja mejor el horror de este triste episodio de nuestra contienda civil que el genial cuadro pintado por Pablo Picasso que se conserva, desde 1.992, en el Museo Reina Sofía de Madrid.

Un héroe del 25 de abril


En la madrugada del 25 de abril de 1974, un capitán de Caballería portugués de 29 años llamado Fernando José Salgueiro Maia, complicado en el golpe militar que iba a intentar esa misma jornada derribar una dictadura que duraba desde 1926, reunió en una sala de su cuartel de Santarém a sus 240 hombres y les propinó un discurso sencillo y memorable que ha pasado a la historia de las frases claras: “Señores míos, como todos saben, hay varias formas de Estado: el Estado social, el Estado corporativo, y el estado al que hemos llegado. Ahora, en esta noche solemne, vamos a acabar con el estado al que hemos llegado. Así que el que quiera venir conmigo, que sepa que nos vamos para Lisboa y terminamos con esto. Quien quiera venir, que salga fuera y forme. Y el que no, que se quede”.

Era la una y media de la madrugada. Nadie se quedó. 

Todo había comenzado hacía casi una hora, tras la emisión en la cadena Radio Renascença de la canción-clave acordada por los implicados en el golpe, Grândola Vila Morena, que sirvió de detonante. 

El pelotón comandado por el capitán Salgueiro Maia, compuesto por diez blindados, doce camiones, una ambulancia y un jeep, se pone en marcha a las tres y veinte de la mañana encargado de llevar a cabo la misión más difícil de todos los conjurados: penetrar sin incidentes hasta el corazón de Lisboa y tomar la Praça do Comércio, la hermosa (y estratégica) plaza abierta al mar, donde se sitúan el Gobierno Civil y varios ministerios. 

Nada en el país ni el mundo hacía presagiar que esa madrugada, aparentemente como las otras, el país  iba a vérselas con su futuro de la mano de un puñado de capitanes jóvenes, valientes y hartos de una guerra colonial sin victoria posible que el maltrecho imperio portugués mantenía a contracorriente por empecinamiento político del dictador António Salazar y de su sucesor en el poder desde 1971, Marcelo Caetano. Nadie sospechaba nada.

Esa misma noche, por ejemplo, Mário Soares, por entonces líder en el exilio del Partido Socialista portugués, de visita en Bonn, cenaba con un alto cargo alemán que le recomendaba tener paciencia porque la dictadura portuguesa, según sus informes, iba para largo.

La columna de Maia pasa a las cinco por los peajes de la autopista de entrada a Lisboa sin que los operarios sospechen otra cosa que unas maniobras militares madrugadoras. Media hora después, ya en la ciudad, en el cruce entre Campo Grande y la Alameda da Universidade el cívico conductor del jeep de Maia, al frente de la columna, se detiene ante un semáforo rojo al lado de un autobús municipal procedente de las cocheras. Salgueiro Maia, algo estupefacto por la situación, mira el semáforo, luego al chófer, se convence a sí mismo y dice:

- Arranca, una revolución no se para por un semáforo rojo.

Casi al amanecer, alcanzan la Praça do Comércio con el objetivo cumplido: no han creado alarma ni se han producido combates ni derramamiento de sangre. Los soldados se despliegan. Hay un problema logístico: la plaza controlada por Maia  es terreno de paso para millares de lisboetas que ese día van a trabajar. Una empleada de la limpieza del Ministerio de Salud habla con el capitán y le pide que le deje pasar porque ya llega tarde. Maia, tocado con su gorra de faena, responde: “Mire señora, hoy no se trabaja. Mañana, tal vez, pero hoy no”. A la empleada se le suman en la protesta varios obreros más que necesitan atravesar la plaza para coger el metro. Maia añade, entre enfadado y profético: “A ver, señores, hoy no van a ir a trabajar. Ni hoy, ni ningún otro 25 de Abril, porque a partir de hoy este día va a ser fiesta”.

Un periodista de Reuter le pregunta que por qué está ahí:

- Para derribar al Gobierno.

- ¿Puedo ir a la redacción, contarlo, y luego volver?

- Oiga, nosotros estamos haciendo esto para dar libertad a las personas. ¿Cree que le voy a privar a usted de la libertad de informar? Ande y vuelva cuando quiera.

No todas las visitas son así. Tras algunos encuentros con brigadas de la policía o de batallones fieles al Gobierno a los que Salgueiro Maia convence, sin disparar un tiro, para que se unan a la revuelta, a media mañana, al capitán le informan de que se aproxima a la plaza una columna con cinco blindados escoltada por miembros de la Policía Militar y soldados de infantería al mando del general de brigada Junquera dos Reis, fiel al Gobierno. Mientras, una fragata anclada en el estuario del Tajo apunta sus baterías hacia las fuerzas de Maia. Éste, con un pañuelo blanco bien visible en la mano y una granada oculta en el bolsillo, avanza hacia las tropas de Junquera dos Reis. Éste ni se digna a salir del carro de combate en un principio al darse cuenta de que quien tiene enfrente no pasa de capitán. Salgueiro Maia se planta en medio de la calle a unos 100 metros de los tanques del general de brigada, con la intención de dialogar, solo, jugándoselo todo a una carta, encarando una muerte cierta.

En su novela Soldados de Salamina  Javier Cercas define al héroe como aquel “que no se equivoca en el único momento en que importa no equivocarse”. Para Salgueiro Maia –y para la Revolución que se desarrolla en ese momento en todas las grandes ciudades de Portugal- ha llegado ese momento. El brigadier ordena a uno de los servidores de la ametralladora que abra fuego. El capitán lo oye pero no recula. El soldado observa a Maia y se niega a disparar. El brigadier ordena después a los fusileros que acaben con Maia. Éste, con el pañuelo en una mano y la granada en el bolsillo del pantalón, aguanta, firme, sin moverse, sin darse la vuelta, sin rendirse, sin retroceder. Los soldados de infantería también rechazan la orden del brigadier que, de pronto, se queda solo y de pura rabia pega varios disparos al aire mientras ve cómo su columna se desintegra y se suma a las filas de los rebeldes.    

En esto los lisboetas han comenzado a ganar la calle, olisqueando la libertad que se presiente. Maia, con la Praca do Comércio controlada, recibe al mediodía la orden proveniente del puesto de mando rebelde de cercar y rendir el cuartel general de la Guardia Nacional Republicana (GNR), en el centro de Lisboa, donde se encuentra, protegido por 300 hombres armados y experimentados, el dictador Marcelo Caetano.

Salgueiro Maia emprende la marcha seguido de su columna de carros de combate. Esta vez cumple escrupulosamente las señales de tráfico. Lisboa es un hervidero de gente que contempla maravillada el rodar estruendoso de los tanques en dirección de la madriguera del dictador. En Largo do Carmo, Maia desplega sus hombres entre el gentío y cerca el cuartel general de la GNR. Se dan episodios chuscos, muy portugueses, propios de esta revolución cercana, alérgica a la grandilocuencia, particular e incruenta: los soldados toman posiciones cuerpo a tierra mientras niños de seis años, a su lado, los observan con admiración, con la misma cara que pondrían viendo una película. Hay vecinas que prestan al capitán la terraza de su casa porque desde ahí, según cuentan, se ve el mejor el interior del cuartel;  hay vecinos que le cuentan que Caetano puede utilizar una salida por la puerta de atrás que ellos conocen de toda la vida…

Lisboa entera, en la calle, asiste asombrada, esperanzada y feliz al episodio histórico que va a cambiar su vida para siempre. Hay gente subida a los árboles, a los buzones, a los coches, la muchedumbre es tanta que los soldados, en vez de preocuparse en vigilar el cuartel que han de tomar por las armas se ocupan de acordonar la zona para no verse aún más desbordados. Comienzan a circular claveles rojos que unos dicen que provienen de un cargamento de flores que ha quedado bloqueado en el puerto y otros de una boda que se ha quedado sin celebrar por falta de notario…

El dictador ha comido salchichas con patatas fritas dentro del cuartel y oye cómo un capitán con un megáfono que acaba de convertirse para siempre en héroe le conmina a rendirse en diez minutos: “Diez minutos, señores, tienen diez minutos para salir con las manos en alto”. 

Entonces, a las cinco de la tarde, con la multitud enardecida y el dictador Caetano cada vez más escondido y solo y convencido de que su vida acabará en Brasil, dos altos cargos del régimen agonizante llegan al Largo do Carmo con intenciones de negociar la rendición y la salida del dictador. Y preguntan al capitán Maia:

- ¿Quién manda aquí?

El capitán de 29 años que se ha jugado la vida horas antes ante cinco carros blindados para salvar la Revolución, que mantiene el cuartel general de la GNR cercano rodeado de soldados rodeados a su vez de una muchedumbre pacífica y exultante, el tipo que no se ha equivocado en el momento en que no tenía que equivocarse, como un verdadero héroe de novela, el militar que se entrevistará poco después con Caetano personalmente para aclarar definitivamente la rendición y que morirá muchos años después, en 1992, de un cáncer, sin aceptar jamás ningún cargo político, ese hombre, Salgueiro Maia, se encogió de hombros ante estos dos gerifaltes y sin soltar el megáfono les respondió:

- Aquí mandamos todos.

24 de abril de 2012

La república poética de Emilio Prados

Emilio Prados, uno de los más destacados miembros de la Generación del 27, Premio Nacional de Literatura y editor del Romancero General de la Guerra de España, murió hace 50 años en el exilio en Mexico. Un ciclo de homenaje al poeta malagueño Emilio Prados organizado por el Centro Cultural Generación del 27 coincidiendo con el 50 aniversario, el 24 de abril de 1962, de su muerte en México, comenzará este viernes en Málaga.

Con 'Andando por el mundo... de Emilio Prados (24 de abril, 50 aniversario de su muerte)' se quiere homenajear a este poeta, que jugó un papel decisivo en la configuración de la Generación del 27 con la fundación de la imprenta Sur, la creación de la mítica revista Litoral y con su propia poesía.

«Respira bien esos aires, llénate de luz, esa luz en la que naciste y, cuando estés en Málaga, mójate las manos en el mar y tráeme un poquito de él». Emilio Prados nunca perdió su amor por la tierra que le vio nacer. Le acompañó a lo largo de toda su vida. Y así lo deja patente en esta carta que enviaba a Paloma, la hija de Manuel Altolaguirre, a finales de los años cincuenta, tras el accidente de este inseparable compañero al que conocía desde niño y al que le unió para siempre la poesía. Ambos pusieron en pie una maquinaria que serviría para convertir Málaga en el epicentro poético-artístico y el referente de toda una generación, la del 27. Sus instrumentos fueron la revista 'Litoral, y la Imprenta Sur, en la que editaron primeras obras de grandes autores como Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti o su paisano José Antonio Muñoz Rojas. «Estaban encantados con el proyecto que habían creado, esa especie de república de poética en la que había gente de todo tipo».

Ha llovido un poco. Sin embargo, tanto 'Litoral' como la Imprenta Sur mantienen aún hoy el tipo. La primera, al mando del sobrino nieto de Prados, Lorenzo Saval, mientras que la imprenta la custodia el Centro Cultural Generación del 27, que estos días aprovecha el cincuenta aniversario de la muerte de Emilio Prados -se conmemorará el próximo 24 de abril- para rendir homenaje al poeta y editor con una serie de actividades que devolverán durante unos días del exilio a aquel comprometido autor en cuya biblioteca sobresalía la filosofía, la poesía y el arte. Era un enamorado de la cultura. Y así lo transmite en su obra. Porque ésta fue ante todo un «proyecto vital de altos vuelos».

Aquel hombre que enseñaba a los hijos de los pescadores de El Palo y que en realidad se encontraba muy solo, como refleja la correspondencia que mantuvo con Bernabé Fernández-Canivell. No hay que olvidar que fue en la Residencia de Estudiantes donde Prados gestó su orientación por la poesía de la mano de Juan Ramón Jiménez. Luego, su amistad con el grupo de García Lorca, José Bello, Juan Vicéns, Luis Buñuel y Salvador Dalí acabaría consolidando esa vocación que cultivó toda la vida. Primero en Madrid, luego en Suiza -donde pasó varios meses por su grave enfermedad pulmonar-, más tarde en Málaga y por último en México, refugio de un exilio del que no regresaría.

Allí fue donde desarrolló buena parte de su obra. Entre los años 1927 y 1936 no publicó. «De una manera voluntaria se apartó, no quiso estar en esa auténtica vorágine poética que sacudió a España, y eso hace que fuera un poeta en su tiempo poco conocido», convencido no obstante de que la poesía que haría de forma continuada después de la guerra en el exilio en México «le revela como un poeta de una dimensión filosófica y metafísica extraordinaria».

A su juicio, «es probablemente el poeta más profundo y que llega más a los misterios de la existencia del hombre». Supieron verlo grandes autores como su paisana María Zambrano, que le escribía a Prados cosas como: «Sabes que te quiero siempre y siempre de la misma manera», en las entrañables cartas que compartieron.

Así vivió durante sus años en México, en un ambiente muy austero. Su hermano Miguel, psiquiatra, supuso entonces un gran apoyo. Siempre estuvieron muy unidos. No llegó a conocer a su tío abuelo, pero siempre lo ha tenido muy presente en su vida. No solo por las fotos que inundaban la casa de su abuela Inés, sino como una especie de «ángel protector» que le ha servido de apoyo especialmente en su comienzos como artista en Málaga.


De izquierda a derecha, de pie, Eduardo Ugarte, Emilio Prados y Manuel Altoaguirre; sentados, Luis Cernuda y José Moreno Villa, México, noviembre de 1952.

23 de abril de 2012

El Socialismo es la democracia practicada

Muchos dirigentes políticos, de los que andan en busca del poder, hablan de que la democracia significa el gobierno del pueblo, pero a veces cuando alguno de ellos logra alcanzarlo se olvida de tal teoría, o la pone en práctica a medias, sobre todo tratan de mantener al pueblo lo más alejado posible de cualquier circulo de decisión con respecto al gobierno. Ese modo de actuar es el que más se utiliza en el mundo por los políticos tradicionales. Menos mal que desde hace alrededor de 100 años una mujer definió al socialismo como el sistema más democrático que existe, por lo que desarrolló su pensamiento basándose en ese concepto el cual hizo conocer mundialmente.

Son numerosas las aportaciones polémicas al debate socialista que aquella mujer dejó: Su afirmación de la capacidad creativa y espontaneidad de la clase obrera. Su polémica oposición al capitalismo. Su negación sobre la acumulación de capital. La libre y gratuita educación de los pueblos y otros puntos más. La visión de Rosa Luxemburgo sobre la importancia de la autonomía de las masas para la construcción del socialismo, representa un recordatorio obligado para comprender la diversidad de orientaciones existentes entre los revolucionarios de las primeras décadas del siglo XX.

Hacer memoria de la figura de Rosa Luxemburgo parece especialmente oportuno para un breve análisis de sus opiniones sobre la cuestión democrática, planteadas en la vigencia de su compromiso político y moral.

Rosa Luxemburgo en 1918 expresa su solidaridad con la revolución rusa y una ardorosa defensa de su posición en la triple e inseparable dimensión de su pensamiento y obra socialista, demócrata y revolucionaria. En cuanto al contenido del socialismo Rosa Luxemburgo lo entiende como una ampliación a la intervención en la vida pública de la población que nunca habían sido partícipes de su destino. Por otra parte dice que el socialismo no puede establecerse por decreto, pues nadie posee ni las soluciones para todos los problemas, ni el uso de un método infalible. Para Rosa la solución de los problemas sólo puede proceder de la fecunda corrección de los errores cometidos, lo cual sólo es posible sobre la base de la libertad de crítica y de la más amplia iniciativa popular. El socialista sólo puede ser un producto histórico surgido de sus propias experiencias y como resultado del desarrollo de la historia viva, la que tiene el saludable hábito de producir siempre junto con la necesidad social real, los medios para satisfacerla.

Ahora si esto último es así, resulta evidente que solo lo negativo y destructivo puede decretarse, pero lo positivo y constructivo no. Sólo la experiencia puede corregir y abrir nuevos caminos a través de la fuerza creadora, impidiendo las improvisaciones. La vida pública de los países con libertad limitada es gobernada por la pobreza, porque al excluirse la democracia se cierra la fuente viva de toda riqueza y progreso espiritual y por ello es que en una democracia verdadera todo el pueblo debe participar. La democracia es el único medio para poder limitar los errores inevitables en toda dirección política. La vida socialista exige una completa transformación espiritual del pueblo degradado por siglos de dominio de la clase burguesa. Los instintos sociales en lugar de los instintos egoístas, la iniciativa de los pueblos en lugar de la inercia, el idealismo que supera todo sufrimiento, y las libertades públicas no son algo accesorio, sino que es el aire mismo imprescindible para poder sentir y palpar algo parecido al socialismo.

El gobierno de la clase burguesa no necesita del entrenamiento y la educación política de todos los habitantes de un país, por lo menos no más allá de determinados límites estrechos. De manera que de las opiniones expresadas en “La revolución rusa” de Rosa Luxemburgo se derivan las luchas en favor del socialismo y por tanto de la democracia; por ello tal escrito aparece como su auténtico testamento político. Un testamento que contiene una trágica advertencia sobre el triste destino del socialismo si olvida su intrínseca necesidad de democracia y libertad.

22 de abril de 2012

Por respeto a “Lenin”

Hoy se cumple el 162 aniversario de su nacimiento y los comunistas rusos se reunieron en el centro de Uliánovsk para protestar en contra de la Organización del Tratado Atlántico Norte (Otan). El mensaje de la marcha pacífica fue muy claro: “Otan, go home”.

Simpatizantes rusos se dieron cita el pasado viernes en el mausoleo de “Lenin” para conmemorar su 142 aniversario de nacimiento. Recordó que muchas personas que ejercieron una considerable influencia en la historia del país yacen en la plaza Roja, entre ellos, los mariscales soviéticos que "derrotaron al Tercer Reich" en la Segunda Guerra Mundial y el primer cosmonauta Yuri Gagarin.

"Aquí (en la plaza Roja) está el tesoro del espíritu humano y del heroísmo de la época soviética. Y todos los borrachos que meten sus narices aquí son unos provocadores", dijo. La mayoría de los rusos elogia el papel que desempeñó Lenin, según los resultados de un estudio de opinión pública del centro FOM. El 59 por ciento de los encuestados considera positiva la gestión del fundador de la Unión Soviética, mientras el 19 por ciento la ve negativa, revela el estudio.

Miles de comunistas rusos protestaron ayer por la presencia de la Otan en la ciudad de Uliánovsk, la patria de Lenin, que acogerá un centro de tránsito de mercancías para el repliegue de las tropas aliadas de Afganistán.

“Consideramos el emplazamiento de una instalación de la Otan en el mismo centro del país una traición de los intereses nacionales”, aseguró el líder comunista ruso Guennadi Ziugánov, durante un mitin en Uliánovsk, a unos 900 kilómetros al este de Moscú.

Ziugánov se dirigió a las miles de personas congregadas en el centro de la ciudad, lugar de nacimiento el 22 de abril de 1870 de Vladímir Ilich Uliánov “Lenin” y que acoge numerosos museos dedicados al fundador del Estado soviético. “Las fuerzas de la Otan nunca y ni en ningún lugar llegan solo porque sí”, advirtió el comunista.

Hollande derrota a Sarkozy

El candidato socialista, François Hollande, y el presidente Nicolas Sarkozy se verán las caras como rivales directos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales tras quedar en primer y segundo lugar tras la primera ronda de hoy, marcada por el mejor resultado de la historia de la derecha francesa que obtenido Marine Le Pen, del Frente Nacional, y tercera en número de votos.
La victoria de Hollande, pronosticada por la mayoría de las encuestas, le convierte en claro favorito para la segunda vuelta del 6 de mayo. El socialista, que según los sondeos ha obtenido un 27,5 por ciento de los votos, se aprovecha así del duro castigo que los votantes han propinado a Sarkozy, cuya imagen pública se ha resentido durante los últimos meses.
El presidente obtendría un 26,6 por ciento de los votos según las primeras proyecciones oficiales divulgadas por el Ministerio del Interior galo, con un 34 por ciento de los votos escrutados. Una encuesta de Ipsos estima una abstención del 19,7 por ciento.
Jean-Luc Mélenchon, que se ha hecho con un 10,4% de los votos.
La alternativa centrista que representa François Bayrou no ha podido repetir su éxito de 2007 al recabar hoy un 9,2 por ciento de los votos, debido a la polarización que ha dominado las elecciones francesas de este año. También se ha resentido la opción "verde" de Eva Joly, la sexta fuerza más votada con un 2% de los votos.
En este escenario, la ventaja a favor de Hollande se acentuará con toda probabilidad en la segunda vuelta, cuando comience a recabar los votos de los candidatos que se quedaron por el camino.
El candidato socialista contaría con el respaldo de un 80 por ciento de los votantes del izquierdista Mélenchon y un 33 por ciento de los afines a Bayrou, el líder del Movimiento Democrático. Sarkozy conseguiría el voto de un 45 por ciento de los simpatizantes de Le Pen, más un 32 por ciento de los votantes del centrista Bayrou.
Llegados a este punto, Hollande tendría todo a su favor para hacerse con el triunfo final. Ifop concede al líder socialista una ventaja mínima de siete puntos por delante de Sarkozy (53,5% por un 46,5%). Los sondeos más optimistas para Hollande amplían su ventaja a 14 puntos (57% frente a un 43% para los institutos BVA y CSA).

RECHAZO A SARKOZY

"Estos comicios son una expresión del rechazo profundo a Nicolas Sarkozy", resume un antiguo integrante del partido del presidente, la Unión por un Movimiento Popular (UMP). "Por encima de todo, son un rechazo de su persona, de su omnipotente y arrogante gobierno", añadió en declaraciones a Reuters.
Este rechazo se ha hecho patente entre las filas de su propio partido. Por ejemplo, la exministra de Planificación Fadela Amara se ha unido a la creciente lista de antiguos colaboradores políticos de Sarkozy que han anunciado su intención de votar a Hollande, quien se perfila como el primer presidente socialista de Francia desde el fin del mandato de François Mitterrand, en 1995.
Amara, una de las figuras del centro-izquierda reclutadas por Sarkozy para formar su primer gobierno tras su elección en 2007, se ha unido a la exministra de Medio Ambiente y militante ecologista Corinne Lepage en su decisión de apoyar expresamente a Hollande. Ambas han acusado a Sarkozy de haberse escorado demasiado a la derecha.
Otros antiguos dirigentes próximos a Sarkozy o de la derecha que han anunciado su apoyo a Hollande --entre ellos, el expresidente Jacques Chirac-- son el antiguo alto comisario para la Pobreza Martin Hirsch, el exminstro de Estado sobre Igualdad de Oportunidades Azouz Begag y el que fuera ministro de Cultura Jean-Jacques Aillagon.

Mélenchon, cuarto en las elecciones francesas

El candidato de la izquierda a la presidencia de la República francesa, Jean-Luc Mélenchon, ha pedido a sus votantes, que le han aupado hasta la cuarta fuerza política en las elecciones presidenciales del país, que castiguen en la segunda vuelta de los comicios al actual jefe de Estado y aspirante a la reelección, Nicolas Sarkozy.


"Llamo a vuestra responsabilidad. No hay nada que negociar. El 6 de mayo, todos a las urnas a castigar a Sarkozy", manifestó el líder de la izquierda. De esta forma, Mélenchon pide subrepticiamente el voto para el candidato socialista, François Hollande, vencedor de esta primera vuelta por delante del conservador Sarkozy.
"Nuestro compromiso no necesita halagos para desplegar toda su fuerza", señaló Mélenchon.
También apeló a "resistir" y a quebrar "el eje Sarkozy-Merkel", después de que "nuestro pueblo haya decidido pasar la página de los años de Sarkozy".
"Os pido que os movilicéis como si se tratara de hacerme ganar la elección presidencial", remachó el candidato izquierdista.