13 de mayo de 2012

El respaldo del Estado a Bankia asciende ya a 33.000 millones de euros


El grupo tiene pendiente de devolver avales del Tesoro por 28.583 millones, el 35% del total

A esta cifra se suma la inyección de 4.464 millones del FROB y el rescate de Banco de Valencia


El respaldo del Estado a Bankia asciende ya a 33.000 millones de euros desde el inicio de la crisis financiera en 2008. La mayor parte de esta cifra corresponde a los avales que tanto su matriz, Banco Financiero y de Ahorro, como las cajas que participaron en la fusión han solicitado al Tesoro y tiene pendiente de devolver. Por este concepto debe 28.583 millones más intereses. Pese a las multimillonarias ayudas, que se completan con los 2.500 millones aportados por el Fondo de Garantía al Banco de Valencia, el Gobierno ultima un plan de saneamiento de la entidad que supondrá la inyección de fondos públicos por hasta 10.000 millones.
Los avales fueron puestos a disposición del sector por el Gobierno con vistas a superar las dificultades de financiación que ha motivado la crisis. Entonces, a diferencia de ahora, no existía la preocupación por el déficit público.
Gracias a ellos, el Estado cobra un interés de entre el 2,5% y el 5,5% y se ha embolsado ya un total de 400 millones. Frente al total del saldo vivo pendiente de devolver por todo el sector, que asciende a unos 81.000 millones, Bankia ha solicitado el 35%, por encima de su peso en el conjunto del sistema financiero español.
Además, el grupo también ha recibido 4.464 millones del primer Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria para facilitar la fusión que dio lugar a Bankia —Caja Madrid, Bancaja, Caixa Laietana, Caja de Canarias, Caja Ávila, Caja Segovia y Caja Rioja—. Esta ayuda se materializó a través de participaciones preferentes y según los estatutos del fondo deberán ser devueltas en un plazo de cinco años ampliables a siete. El Estado cobra un 7,75% por ellas y, en caso de que no se cumplan los compromisos de pago podrían transformarse en capital.
Las ayudas, que en total ascienden a 35.500 millones, superan a los activos problemáticos de la entidad, que a cierre de 2011 se situaban en 31.799 millones de euros. Esta cifra es la suma de los créditos inmobiliarios morosos y en riesgo de impag (17.847 millones) junto con los activos recibidos por impago de préstamos (13.951 millones).
Por otra parte, el grupo también recurrió como el conjunto del sector a la barra libre de liquidez del BCE, donde captó 40.000 millones de dinero barato a un interés del 1% y a devolver en tres años.
Asimismo, aunque Bankia y su matriz, Banco Financiero y de Ahorro, no consolidaban los resultados del Banco de Valencia, sus gestores sí estaban presentes en ambas entidades, como el caso del presidente de Bancaja, José Luis Olivas, que compaginó el cargo con el de máximo responsable de la entidad intervenida en noviembre de 2011.
El Banco de Valencia, por su parte, recibió 1.000 millones del Fondo de Garantía de Depósitos, instrumento financiado por el propio sector, y cuenta con un Esquema de Protección de Activos (EPA) sobre el 80% de la morosidad acumulada en su cartera crediticia. Según estimaciones del mercado, esta red de seguridad fijada para facilitar su adjudicación podría ascender a 1.500 millones.

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