Este mayo de 2012, se conmemora el 117 aniversario de la caída en combate del Héroe Nacional de Cuba José Martí en la batalla de Dos Ríos contra el ejército invasor español.
El ideario político de Martí aun se mantiene vigente, su texto Nuestra América, publicado en la Revista Ilustrada de Nueva York el 10 de enero de 1891 y en El Partido Liberal, México el 30 de enero de 1891, revela el despertar y la lucha que los pueblos de Latinoamérica deben mantener para consolidar las independencias alcanzadas.
"Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo a la cabeza, sino con las armas de almohada, como los varones de Juan de Castellanos (en referencia al soldado y sacerdote español, autor de las Elegías de varones ilustres de Indias): las armas del juicio, que vencen a las otras.
Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra", inicia Martí en su obra. Añade que "los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos" y detalla que " Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la copa cargada de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho de la luz, o la tundan y talen las tempestades; ¡los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes".
Hizo énfasis especial en alcanzar la querencia del latinoamericano por Latinoamérica. "¡Estos nacidos en América, que se avergüenzan, porque llevan delantal indio, de la madre que los crió, y reniegan, ¡bribones!, de la madre enferma, y la dejan sola en el lecho de las enfermedades!". Añade, "¿en qué patria puede tener un hombre más orgullo que en nuestras repúblicas dolorosas de América, levantadas entre las masas mudas de indios, al ruido de pelea del libro con el cirial, sobre los brazos
sangrientos de un centenar de apóstoles?".
sangrientos de un centenar de apóstoles?".
Su legado reta a los imperios que quieren adueñarse de tierras originarias con una frase magistral de Nuestra América: "Con un decreto de Hamilton no se le para la pechada al potro del llanero", una reacción contestataria a quienes buscan dominar.
Señala además que "el buen gobernante en América no es el que sabe cómo se gobierna el alemán o el francés, sino el que sabe con qué elementos está hecho su país, y cómo puede ir guiándolos en junto, para llegar, por métodos e instituciones nacidas del país mismo, a aquel estado apetecible donde cada hombre se conoce y ejerce, y disfrutan todos de la abundancia
que la Naturaleza puso para todos en el pueblo que fecundan con su trabajo y defienden con sus vidas".
que la Naturaleza puso para todos en el pueblo que fecundan con su trabajo y defienden con sus vidas".
Agrega que "el gobierno ha de nacer del país. El espíritu del gobierno ha de ser el del país. La forma del gobierno ha de avenirse a la constitución propia del país. El gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales del país".
Martí resalta los logros de las luchas independentistas de los países de Latinoamérica, pero recuerda que la amenaza siempre está latente. "De todos sus peligros se va salvando América. Sobre algunas repúblicas está durmiendo el pulpo. Otras, por la ley del equilibrio, se echan a pie a la mar, a recobrar, con prisa loca y sublime, los siglos perdidos", señala el texto.
El Héroe cubano llama a los pueblos latinoamericanos a ser ejemplo de conquistas. "El deber urgente de nuestra América es enseñarse como es, una en alma e intento, vencedora veloz de un pasado sofocante, manchada sólo con sangre de abono que arranca a las manos la pelea con las ruinas, y la de las venas que nos dejaron picadas nuestros dueños".
Y cierra diciendo que "¡La generación actual lleva a cuestas por el camino abonado por los padres sublimes, la América trabajadora, del Bravo a Magallanes, sentado en el lomo del cóndor, regó el Gran Semí, por las naciones románticas del continente y por las islas dolorosas del mar, la semilla de la América nueva!".
Martí se inicia en la institución masónica en la respetable logia Armonía de Madrid-España. Allí alcanzó el grado de Maestro Masón y fue orador de la misma; por tratarse de un Gran Oriente, el Lucitano Unido, obtuvo también el de Soberano Príncipe de Rosa Cruz, grado 18 de la masonería filosófica. Las joyas masónicas de Martí están en el Museo de la Gran Logia de Cuba.
El 24 de febrero de 1895, es el esfuerzo de Martí, con Maceo y Gómez, ambos masones, que inicia el movimiento armado que dio al traste con la colonia española. Tres presidentes de Cuba fueron masones. El 20 de mayo de 1902 iza la bandera en el palacio Máximo Gómez y en la fortaleza de la Cabaña el general Emilio Núñez, también masón. En ciudades y pueblos de Cuba hay logias con el nombre de Martí.
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