8 de agosto de 2012

Recordamos a Emiliano Zapata, el Caudillo del Sur

Este 8 de agosto se celebra el aniversario del natalicio del general Emiliano Zapata, nacido el 8 de agosto de 1879 y asesinado a traición el 10 de abril de 1919, en Chinameca, Morelos. Símbolo de la lucha de los pueblos indígenas y campesinos.

Más conocido como el Caudillo del Sur, Emiliano Zapata nació en San Miguel Anenecuilco, Morelos. Fue uno de los líderes militares más importantes de la Revolución Mexicana y hasta nuestros días, un símbolo incuestionable de la lucha campesina e indígena en México y América Latina, cada vez que se pronuncia: "Zapata vive, la lucha sigue".

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La tierra es de quien la trabaja

Emiliano Zapata, el octavo de diez hermanos, estaría destinado a comandar el Ejército Libertador del Sur, entregando hasta la vida misma por mejorar las expectativas de la gran mayoría de los jornaleros cuyas condiciones de subsistencia eran lamentables.

Dispuesto a encauzar la Revolución para recuperar las tierras perdidas a manos de los grandes hacendados y latifundistas, no cesaría en su exigencia por la redención de los pueblos indígenas y campesinos. Ante la negativa de Francisco I. Madero para compensar la participación de Zapata en el derrocamiento de las fuerzas porfiristas, éste se levantó en armas con el Plan de Ayala el 28 de noviembre de 1911, al grito de "Reforma, Libertad, Justicia y Ley".

Perdono al que roba y al que mata, pero al que traiciona, nunca

Ante el asesinato del presidente Madero, y la usurpación de Victoriano Huerta, Zapata se convirtió en uno de los jefes revolucionarios más importantes, dominaba el estado de Morelos, parte del Estado de México, Guerrero, Puebla y Tlaxcala.

Junto con Francisco Villa, El Centauro del Norte, logró una alianza militar que proveía de armas al ejércitozapatista. Ambos estaban de acuerdo en que la tierra era del pueblo y se opusieron a los constitucionalistas de Venustiano Carranza, lo que provocó la continuación de la guerra civil y la instauración de un gobierno paralelo, tras la Convención de Aguascalientes.

Prefiero morir de pie, que vivir arrodillado

Pese a sus grandes proezas, Emiliano Zapata sería traicionado por Jesús Guajardo, quien lo mató el 10 de abril de 1919 en Chinameca, Morelos. Su muerte fue orden del mismísimo Carranza, lo que le valió un premio en metálico de 50 mil pesos en monedas de oro a Guajardo, "por haber cumplido satisfactoriamente la difícil comisión que le fue conferida", ya que con engaños, logró que el caudillo creyera en su palabra como opositor del gobierno carrancista.

Aunque el lema Tierra y Libertad se atribuye constantemente a la autoría de Emiliano, esta frase no es de él. Quien la usaba constantemente era Ricardo Flores Magón, hombre cercano al caudillo, considerado uno de los ideólogos de la Revolución. Para demostrarlo, basta leer los artículos publicados en el semanario Regeneración. En particular, el artículo titulado Tierra, del primero de octubre de 1910.

La tierra fue el tema fundamental de la lucha de Zapata. Siempre seguro de que la tierra para el campesino era la vida, pues eran los terrenos ancestrales dónde se encontraban las raíces de todos los antepasados, sostuvo que sin la tierra no eran nadie. Creía que los occidentales no comprendían la relación de los pueblos indios con la tierra, porque para ellos la tierra era sólo una mercancía y para ellos era la vida, la razón.

El Zapatismo

Zapatismo es un término empleado por historiadores para referirse al movimiento armado identificado con las ideas de Emiliano Zapata, caudillo de la Revolución mexicana, plasmadas principalmente en el Plan de Ayala de 1911. Los integrantes del Ejército Libertador del Sur encabezado por Zapata eran conocidos como "zapatistas".

Una de las frases más simbólicas del zapatismo era que la tierra es de quien la trabaja, reflejo de una suerte de privatismo, acuñada originalmente por el propio Zapata mientras trataba de eliminar el caciquismo en México y restituir la posesión de la tierra a las clases campesinas del sur del país. La frase y lo que representa se convirtió en el símbolo del agrarismo mexicano. El zapatismo, agrarista y armado, tuvo concordancias en su proyecto con el magonismo, teórico y obrero.

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