¡No me puedo creer que haya salido bien! Ni en mis mejores sueños pensaba yo que saldría bien, es sencillamente increíble.La verdad es que estaba dispuesto al sacrifico heroico, e hice todos los preparativos. Nunca lo confesé, pero estaba s
eguro al 100% de que a estas horas estaría en la cárcel, pero no, ha resultado que no ¡ha salido bien y lo puedo contar tranquilamente desde casa! ¡¡En libertad!! en más libertad que nunca, de hecho.
Bueno, si te acabas de levantar (y tienes el sueño pesado, porque menuda noche) o vives en un sitio muy apartado quizás no sepas de que estoy hablando, pero vamos, ten claro que eres el único/a. A estas horas no se habla de otra cosa, y no sólo en España, sino en el medio mundo que ya se ha levando o que aún no se ha acostado... ¡En España tenemos república otra vez!
La situación es algo confusa aún, porque han pasado muy pocas horas. Puedes leer crónicas en los principales periódicos de España y del mundo, pero la cosa ha sido, en realidad muy sencilla. Desde hace años estaba en una «célula republicana secreta». De hecho no he conocido al resto de miembros de la célula hasta hoy. El funcionamiento era muy críptico y a ratos pensé que me estaba captando una secta o algo pero no, estábamos preparando lo de hoy.
La idea era realizar una actividad simbólica de madrugada. en nuestro caso era desplegar una pancarta en la puerta del Sol ni más ni menos... cárcel segura pensaba yo. Pero resultó que no, que de forma paralela y semi espontánea había decenas, centenares de miles de pequeñas células, cada una desconocidas para el resto, que habáin escogido esta fecha para acciones similares.
Así que de pronto, con los primeros minutos del día, millones de personas nos hemos encontrado en las calles. No ha hecho falta más, cuando hemos comprendido lo que pasaba sencillamente alguien se ha subido a las escalinas del congreso, entre los leones, ha proclamado la III República y convocado cortes constituyentes. El decreto lo ha escrito en una servilleta de bar que estaba en una papelera y no ha necesitado firma, el pueblo lo dice, pues que se haga.
El movimiento ha corrido como la polvora y en casi cada ciudad y pueblo ha habido concentraciones similares absolutamente masivas. Las noticias son algo confusas, se sabe que el presidente del gobierno ha aceptado la nueva situación y dimitido. Se dice que la familia real ha huido hacia Marruecos, pero creo que a nadie le preocupa en exceso si se quedan o si se van: la monarquía es ya un capítulo cerrado de nuestra Historia, al república, con anchas alamedas de libertad y justicia ha llegaso sinuna gota de sangre, sin práctiamente un grito, sencillamente en el momento en que nos hemos dado cuenta de que no eramos muchos, ni mayoría sino de que ¡Éramos todos!
¡Viva la República Española!
Me vuelvo a la calle, que la fiesta sigue y creo que va a ser larga.
Bueno, si te acabas de levantar (y tienes el sueño pesado, porque menuda noche) o vives en un sitio muy apartado quizás no sepas de que estoy hablando, pero vamos, ten claro que eres el único/a. A estas horas no se habla de otra cosa, y no sólo en España, sino en el medio mundo que ya se ha levando o que aún no se ha acostado... ¡En España tenemos república otra vez!
La situación es algo confusa aún, porque han pasado muy pocas horas. Puedes leer crónicas en los principales periódicos de España y del mundo, pero la cosa ha sido, en realidad muy sencilla. Desde hace años estaba en una «célula republicana secreta». De hecho no he conocido al resto de miembros de la célula hasta hoy. El funcionamiento era muy críptico y a ratos pensé que me estaba captando una secta o algo pero no, estábamos preparando lo de hoy.
La idea era realizar una actividad simbólica de madrugada. en nuestro caso era desplegar una pancarta en la puerta del Sol ni más ni menos... cárcel segura pensaba yo. Pero resultó que no, que de forma paralela y semi espontánea había decenas, centenares de miles de pequeñas células, cada una desconocidas para el resto, que habáin escogido esta fecha para acciones similares.
Así que de pronto, con los primeros minutos del día, millones de personas nos hemos encontrado en las calles. No ha hecho falta más, cuando hemos comprendido lo que pasaba sencillamente alguien se ha subido a las escalinas del congreso, entre los leones, ha proclamado la III República y convocado cortes constituyentes. El decreto lo ha escrito en una servilleta de bar que estaba en una papelera y no ha necesitado firma, el pueblo lo dice, pues que se haga.
El movimiento ha corrido como la polvora y en casi cada ciudad y pueblo ha habido concentraciones similares absolutamente masivas. Las noticias son algo confusas, se sabe que el presidente del gobierno ha aceptado la nueva situación y dimitido. Se dice que la familia real ha huido hacia Marruecos, pero creo que a nadie le preocupa en exceso si se quedan o si se van: la monarquía es ya un capítulo cerrado de nuestra Historia, al república, con anchas alamedas de libertad y justicia ha llegaso sinuna gota de sangre, sin práctiamente un grito, sencillamente en el momento en que nos hemos dado cuenta de que no eramos muchos, ni mayoría sino de que ¡Éramos todos!
¡Viva la República Española!
Me vuelvo a la calle, que la fiesta sigue y creo que va a ser larga.
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