30 de septiembre de 2012

Zúrich 1916. La revolución en la misma calle.























Hace tiempo que se clausuró la exposición Caminos de vanguardia, de Sophie Taeuber-Arp (1889-1943), en el Museo Picasso de Málaga. Esta exposición es un reflejo de las vanguardias culturales más revolucionarias de los años diez, veinte y treinta del pasado siglo. Sophie siguió los principios de la vanguardia, y se movió indistintamente entre las performances del dadaísmo más radical, el surrealismo y el abstraccionismo, coincidiendo en el mismo lugar y misma época, Zúrich 1916, con figuras revolucionarias destacadas de la creación artística y de la política.

En 1915 Sophie Taeuber conoció Jean Arp (1887-1966) en Zúrich. Él aun conservaba su nombre alsaciano, Hans, aunque ya era un artista con cierto prestigio. Ella era entonces una joven profesora de la Escuela de Artes y Oficios de Zúrich, y miembro de la Werkbund, un movimiento de artistas y profesionales heterodoxos. Entre esa multiplicidad de intereses, Sophie estaba ávida de cambiar el mundo, diseñarlo desde un punto de vista vanguardista.

Sophie era también una brillante alumna en las clases de danza expresiva de Rudolf Laban, un lugar para bailar libre, sin pasos. En los bailes era una de las incansables y de las más alegres, es posible que ella pensara como Emma Goldman: “Si no puedo bailar no es mi revolución”.

Tras el encuentro entre ambos, las colaboraciones no se hacen esperar: se convierten en amantes y confidentes, se invaden, aprenden uno del otro, viven siguiendo uno de los principios de futurismo: “Vive deprisa, la realidad no nos espera”. La pareja satisface sus deseos hasta las más extremas consecuencias. Son revolucionarios, quieren cantar al peligro, exigen poetas ardorosos y rebeldes, aspiran a quemar los museos, las bibliotecas, las academias.

En la Suiza neutral de 1916 confluyeron personajes que no querían tomar parte en la guerra. Allí estaban Tristan Tzara (1896-1963) y Marcel Janco (1895-1984), estudiantes rumanos; Jean Arp (1887-1966), de Estrasburgo, y Sophie Táuber (1889-1943); Hugo Ball (1886-1927), pacifista que había desertado del ejército alemán; Richard Huelsenbeck (1892), poeta y escultor; Hans Richter (1888-1976), cineasta y pintor, entre otros muchos. James Joyce también pasó los años 1915-19 en Zúrich, o lo que él llama la "ciudad de orden y la prosperidad".

Todos se reunían en el Cabaret Voltaire, en la Spiegelgasse, junto al domicilio de un exiliado ruso llamado Lenin, muy cerca del barrio donde Rosa Luxemburg trabajaba como periodista.

Lenin llegó en 1916, con su compañera, Nadia Krupskaya, vivían en Spiegelgasse 14. Mientras tanto, en la trastienda de un pub en Spiegelgasse 1, Hugo Ball fundó el 15 de febrero de 1916 el cabaret Voltaire, que en sus años de gloria vio pasar entre sus muros a la vanguardia cultural de la época y los artistas más revolucionarios, como Max Ernst, Kandinsky, Paúl Klee o Giorgio de Chirico. También se editaba una revista con el mismo nombre, "Cabaret Voltaire. Colección de arte y literatura", en la que colaboraban algunos de los nombres más importantes de entonces: Marinetti, Picasso, Apollinaire, etcétera.

Lentamente, las agitadas noches del Cabaret Voltaire fueron decantando en una firme posición que, además de protestar contra la guerra, enfrentaba duramente a todas las formas artísticas clásicas. Hugo Ball y Tristan Tzara eran los más protagonistas en Zúrich. Más radical y más activo el poeta rumano que el serio y tranquilo Ball, irá impregnando de radicalismo y nihilismo las actividades del cabaret. Por su parte Hans Richter (1888-1976), con Viking Eggeling (1880-1925), un pintor sueco, inició sus investigaciones en abstracción cinematográfica. Richter, el más politizado de todos, que procedía de Die Aktion, fundó la Asociación de Artistas Revolucionarios, con Marcel Janco. Sophie Taeuber y Jean Arp se convierten en miembros muy activos del grupo.

Lenin vivía discretamente junto a su inseparable compañera Nadia Krupskaya, en la Spiegelgasse una estrecha calle en la que, llegada la noche, se oían las voces, gritos y canciones de la extraña fauna que se daba cita en el Cabaret Voltaire, lugar de encuentro del movimiento artístico que revolucionó el arte. Marcel Janco señaló: "No era extraño que entre el espeso humo, el ruido de las declamaciones o de una canción popular, hubiera apariciones como la de la impresionante figura de Lenin". En Zúrich llevaba una vida clandestina y se pasaba el día en las bibliotecas de la ciudad, hasta el día en que partió desde Zúrich en un Tren que llegó a San Petersburgo el 3 de abril de 1917 para ponerse al frente de la Revolución de Octubre, el gran parto de la Historia.

El grupo era muy activo, pero el nihilismo de Tristan Tzara casaba mal con las propuestas menos radicales de Hugo Ball y la cohesión no duró mucho. El poeta rumano en ese mismo año empezó a publicar la revista "Dada", con el Manifiesto de 1918 en el tercer número y la Antología dada en los números cuatro y cinco, con textos de André Bretón, Paúl Eluard y Louis Aragón y con ilustraciones de Jean Arp y Francis Picabia.

Richard Huelsenbeck volvió a Alemania en 1917 y allí animó el grupo berlinés. Pero a cambio Tristan Tzara, en agosto de 1918, escribió a Francis Picabia, a quien admiraba como pintor y como escritor. Picabia fue a Zúrich en enero y juntos editaron allí el número ocho de la revista 391, y los números cuatro y cinco de Dada. A finales de año apareció otra revista, "Der Zeltweg", dirigida por Tzara, entre otros, en la que ya colaboraba Kurt Schwitters. Pero la Gran Guerra había terminado, el cabaret Voltaire y el Dada en Zúrich estaban heridos de muerte. La marcha de Tzara a París, animado por Picabia, a principios de 1920, marcó el fin.

La imponente muestra de Sophie Taeuber expuesta en el Museo Picasso, espacio dedicado al malagueño universal que se declaraba pacifista y comunista, debe servirnos como ejercicio de recuperación de la Memoria Histórica.

No es sólo que la vanguardia del arte y de la cultura, y la vanguardia política y revolucionaria de la época, coincidieran en la misma calle de Zúrich. Esto pasó en muchas otras ciudades, ambas vanguardias se entremezclaban, la lucha de clases con el arte revolucionario y la lucha cultural, como combate contra el discurso impuesto, contra la ideología de la clase dominante.

También debe servirnos para reivindicar a estas mujeres geniales, como Sophie Taeuber, que quedaron encerradas, invisibles, dentro de una sociedad patriarcal. El tiempo hizo que Sophie Taeuber, su trabajo, talento, ingenio, inteligencia, en definitiva, su genialidad, quedase oculto tras la fama de su pareja. La exposición Caminos de vanguardia contribuirá, sin duda, a que esta importante artista sea reconocida y recuperada para un mundo que necesita hombres y mujeres, pero sobre todo mujeres, sobresalientes, excepcionales, que sean capaces de cambiar las bases sociales para transformar el sistema. Mujeres revolucionarias.

Ella, ante todo, defendía la alegría, como Benedetti, Sophie decía "La alegría es una cosa que para mí tiene un gran valor, aunque sea poco apreciada. Es la alegría, básicamente, la que nos permite no tener miedo ante los problemas de la vida y buscar una solución natural para ellos".

Sophie vivió deprisa, murió accidentalmente por las emanaciones de una estufa de carbón. Jean Arp nunca dejó de rendirle homenaje en poemas y testimonios, tanto en francés como en alemán: “Es Sophie, con su trabajo, su alegría y su vida bañada en claridad, quien me muestra el camino justo”. Una espléndida luz que ahora se apaga en el Museo Picasso de Málaga.

#25S: La lucha contra el miedo y la pregunta de Brecht

Por Jaime Pastor


En medio de la crisis de legitimidad que sufre el gobierno del PP, que está afectando a instituciones clave del régimen e incluso a la “integridad territorial” del Estado y que sacude a la Eurozona, la jornada del 25S aparecía como un “test” sobre cuál iba a ser el tratamiento del poder a un movimiento que ponía el listón de su desafío en un estadio superior al que había marcado hasta ahora la agenda del 15M. A la vista de lo sucedido, la respuesta ha quedado muy clara: la acusación de “golpistas” a quienes promovían esta iniciativa, corroborada por la ocupación y las provocaciones policiales sufridas durante esa jornada, no deja lugar a dudas sobre la firme disposición del gobierno y su “brunete mediática” a bloquear, con todos sus recursos, el salto adelante que, reformulado y más acotado desde los grupos motores en las últimas semanas, se aspiraba a dar mediante las exigencias de dimisión del gobierno y la necesidad de abrir un proceso constituyente.
Ahora asistiremos a distintas lecturas e interpretaciones de la prueba de fuerzas vivida ayer y sus secuelas posteriores pero, aun reconociendo que lo ocurrido no marca un antes y un después similar a lo que supuso el 15M, la percepción mayoritaria entre quienes estuvimos manifestándonos parece ser que “el miedo está cambiando de lado”. Es ya el gobierno, consciente de su creciente desgaste social, el que está empezando a tenerlo al ver que ni siquiera su campaña y su despliegue policial han conseguido intimidar a decenas de miles de personas en la denuncia del secuestro de la presunta “sede de la soberanía popular” por la dictadura de los mercados.
Por eso el escenario con el que nos podemos encontrar en esta nueva fase, sobre todo a la vista de la intensificación de la resistencia en Grecia y en Portugal, me ha venido a recordar la vieja pregunta de Bertold Brecht a propósito de la reacción de los burócratas de Alemania Oriental a la revuelta popular que se produjo en ese país en 1953: frente al comentario de uno de ellos de que: “El pueblo se había jugado la confianza del Gobierno y que ahora sólo podría reconquistarla redoblando su trabajo”, el escritor alemán se preguntaba irónicamente a su vez: “¿No sería más sencillo que el gobierno disolviera el pueblo y eligiera otro nuevo” /1. Salvando las distancias, ¿no se asemejan esa propuesta y esa pregunta a situaciones como las que hoy vivimos en Grecia, Portugal y el Estado español? ¿No estaremos entrando en una dinámica en la que o “el pueblo” (en nuestro caso los pueblos) avanza en la deslegitimación práctica de este gobierno y del régimen, o éstos van imponiendo su estado de excepción permanente apoyándose en el viejo discurso reaccionario de que “es preferible la injusticia al desorden”, útil para encontrar un “pueblo” a su medida, el de esas capas medias e incluso populares que se resisten todavía a reconocer a sus verdaderos enemigos.
Si ésa es una de las preguntas que tenemos que hacernos en estos tiempos sombríos, no va a ser fácil responderla desde abajo y a la izquierda. Hace falta todavía mucho camino por recorrer, empezando por preservar el 15M como espacio de encuentro, confluencia y búsqueda de consenso transversal para la acción colectiva desobediente y transgresora; siguiendo con el contagio a más mareasy organizaciones sociales –incluidas las sindicales- y mejorando en el desmontaje de las mentiras del poder y la construcción de alternativas, también en el terreno político. Porque la posibilidad de abrir un proceso constituyente efectivamente rupturista con el neoliberalismo necesita, como ha ocurrido en América Latina o está pasando en Islandia, que el nuevo bloque social en formación avance en todos esos terrenos y arranque a su vez alguna victoria parcial significativa en su lucha contra la deudocracia y los recortes. Para ello extender y coordinar las luchas a escala europea, al menos de los PIGS, es una condición fundamental si queremos que el miedo al contrapoder de los y las de abajo cunda entre los de arriba.

Frente Cívico: el retorno del soberano


Por Manuel Monereo




Siempre me pareció interesante haber hecho una encuesta entre la población y preguntarle a las personas quién era para ellos el soberano de la Constitución Española. Tengo la impresión que una parte muy significativa diría que el soberano es el rey Juan Carlos.

En la transición se habló mucho de que la democracia era, básicamente, dejar de ser súbditos y convertirnos en ciudadanos. Cabe preguntarse, casi 40 años después de la muerte del dictador, si la ciudadanía de nuestro país cree realmente que la soberanía reside en el pueblo y que la legitimidad democrática del sistema depende de eso.

Hoy la separación entre la clase política y la ciudadanía es enorme y tiende a acentuarse. El soberano, es decir, los ciudadanos y ciudadanas, se sienten impotentes, objeto y no sujeto de su historia y sin ningún poder para cambiar las cosas. Su vida y sus derechos sociales y laborales están en permanente retroceso; sus libertades reales, encogidas, y el futuro, sobre todo para las nuevas generaciones, bloqueado. No es de extrañar que en las grandes manifestaciones de los últimos tiempos, el grito más coreado haya sido, precisamente, el “no nos representan”. Ese “no” va dirigido a los parlamentarios, a las Comunidades Autónomas, a los poderes del Estado, a la Casa Real.

¿Qué hay detrás de todo esto? En primer lugar, una gravísima crisis económica que está siendo aprovechada para liquidar derechos y conquistas históricas de las y los trabajadores. La Europa que era la “solución” a nuestros males históricos, se convierte cada vez más en un problema, unas instituciones que el sentido común relaciona con políticas de derechas bajo la hegemonía alemana.

En segundo lugar, la captura de la clase política por los poderes económicos. Los políticos y la política aparecen en el centro de todas las críticas; ellos son los culpables, pero se deja a un lado que lo son, precisamente, porque no tienen ninguna autonomía frente a los poderes fácticos y porque se subordinan a ellos. Aparece la corrupción pero no los corruptores y se olvida un hecho esencial, que la corrupción ha sido siempre el mecanismo que usan los poderes económicos para mandar.

En tercer lugar, todo el mundo lo sabe, es que vivimos un estado de excepción. ¿En qué consiste? En la suspensión del derecho y en el dominio de los poderes fácticos (económicos y mediáticos), es decir, poderes no elegidos y no responsables democráticamente. La Constitución de 1978 es, cada vez más, algo meramente nominal y funciona solo en los supuestos que no se oponen al dominio de estos poderes. Estamos, en la práctica, ante la transición a un nuevo régimen que denominaríamos de democracia oligárquica, sin el ejercicio del poder constituyente y a espaldas del pueblo, es decir, del soberano.

El Frente Cívico viene a denunciar esto, que se está liquidando un régimen constitucional y que ninguna fuerza política, salvo la actitud crítica de IU, está oponiéndose realmente a ello. Se trata de construir un poder ciudadano que defina democráticamente nuevas reglas, nuevos criterios y nuevos objetivos. A eso se le ha llamado históricamente poder constituyente. La condición previa es la movilización ciudadana y la ruptura con el bipartidismo político (apoyado siempre por la burguesía vasca y catalana, PNV y CiU), piedra angular de todo un sistema que ha entrado definitivamente en crisis.

Para superar la creciente separación entre las instituciones y la ciudadanía, un estado de excepción que se convierte en permanente, no cabe otra opción que devolverle la palabra al pueblo. Hay que generar las condiciones para una gran convergencia política y social que se oponga a la actual involución civilizatoria y que defina un nuevo proyecto histórico para el país. Eso es, muy resumidamente, lo que pretende el Frente Cívico.

Hace apenas unos meses, una propuesta así habría sido definida como la enésima locura de Julio Anguita. Hoy, los cuerdos no son capaces de entender que vivimos una triple crisis: de régimen, de Estado y de la política en sentido fuerte. Se podría decir que la normalidad nos condena a la catástrofe.

25 de septiembre de 2012

Hoy 25S, estado de sitio en Madrid



Hoy se ha vivido un estado de sitio en Madrid que, como dice el compañero Jaime Pastor, la gente más vieja del lugar no recordaba haber sufrido desde hace decenios. Pero, más allá de la represión policial, de la polémica sobre el número de manifestantes y de las deformaciones mediáticas, la sensación compartida es que se ha desbaratado el intento de criminalización desplegada por Cospedal, Cifuent
es y Cía contra el movimiento mediante la burda acusación de "golpista". Golpistas es la troika y los banksters y frente a ellos tenemos que seguir desmontando sus mentiras y construyendo alternativas. Pero el reto es muy gordo y habrá que trabajar mejor para superar las deficiencias en el proceso preparatorio del 25S que ha culminado en esta jornada porque no sobra nadie y hay que juntar fuerzas si queremos demostrar que "somos mayoría".

24 de septiembre de 2012

Nuevo ATLAS de Le Monde diplomatique


Nuevas potencias emergentes



Geopolítica del futuro

Nuestras referencias se derrumban. El nuevo atlas geopolítico de Le Monde diplomatique parte al descubrimiento de nuevos mundos... emergentes.

Sumando los conocimientos de cincuenta y cinco especialistas de todas las disciplinas, pone de relieve las transformaciones en curso, descubre las grandes líneas maestras tras las evoluciones estratégicas y muestra que la agitación actual es aleatoria tan sólo en apariencia.

El Atlas de Le Monde diplomatique 2012 se apoya en una visión histórica, comparando nuestra época con otros periodos, cuando los centros de poder migraban de Oriente a Occidente, al inicio del siglo XIX, o en el propio seno de Occidente, con la afirmación de Estados Unidos durante el siglo XX.

El Atlas de Le Monde diplomatique 2012, “Nuevas potencias emergentes”, articula el pasado, el presente y el futuro, enriqueciendo la dimensión pedagógica que ha constituido el éxito de las ediciones precedentes.

Puede consultar el pdf de algunas páginas del Atlas en este enlace:
http://issuu.com/mondediplomatique/docs/atlas_nuevaspotencias_ejempl/1?mode=window

La democracia está secuestrada


Manifiesto de la Coordinadora 25S, de la que forma parte Unidad Cívica por la República 



El próximo 25 de septiembre rodearemos el Congreso de los Diputados para rescatarlo de un secuestro que ha convertido a esta institución en un órgano superfluo. Un secuestro de la soberanía popular llevado a cabo por la Troika y los mercados financieros y ejecutado con el consentimiento y la colaboración de la mayoría de los partidos políticos. Partidos que han traicionado sus programas electorales, a sus votantes y a la ciudadanía en general incumpliendo promesas y contribuyendo al empobrecimiento progresivo de la población.

Rodeamos el Congreso después de más de un año de intensas movilizaciones en todos los sectores sociales y tras comprobar que no puede haber democracia cuando las instituciones que dicen representarla se mueven por intereses que no son los de la mayoría. Porque no tenemos nada que hablar con un poder que ha demostrado sistemáticamente ser ciego, sordo y mudo a justas y concretas demandas de igualdad y justicia social. Lo rodeamos para rescatar a la política de un régimen económico insostenible y depredador: el sistema capitalista.

Rodeamos el Congreso porque queremos dar un salto en la movilización social y poner en el centro la recuperación de la soberanía y del poder ciudadano, es decir, de la democracia. Hemos creado numerosos procesos de lucha, espacios de participación y discusión en las redes y en las plazas, en los barrios y en los centros de trabajo, y hemos llevado a cabo iniciativas que queremos seguir desarrollando desde abajo, sin atajos y paso a paso. Porque creemos que el tiempo de las decisiones tomadas por unos pocos ha terminado; porque, frente a quienes quieren dejarnos sin futuro, tenemos los medios y la inteligencia colectiva para decidir y construir la sociedad que queremos; porque no necesitamos falsos intermediarios, sino recursos y herramientas colectivas que fomenten activamente la participación política de todas las personas en los asuntos comunes.

Rodeamos el Congreso el 25S para decirles a quienes dicen mandarnos que no, que desobedeceremos sus imposiciones injustas, como la de pagar su deuda, y que defenderemos los derechos colectivos: la vivienda, la educación, la salud, el empleo, la participación democrática, la renta. Para iniciar un proceso que permita que los responsables de la crisis dejen de ser impunes, para que los pirómanos que han provocado nuestra crisis no sean recompensados y empiecen, en cambio, a ser juzgados.

El 25 de septiembre nos manifestaremos alrededor del Congreso porque queremos recuperar la responsabilidad sobre nuestro propio futuro sin aceptar imposiciones. Para decirles a quienes tienen secuestrada la democracia que ha llegado el momento de irse y para exigir la dimisión de este Gobierno como primer paso, porque vamos a liberarla iniciando un proceso constituyente. Un proceso de participación directa abierto en el que determinemos y pongamos en marcha las instituciones políticas, herramientas de participación y mecanismos jurídicos y políticos que necesitamos para garantizar que las decisiones colectivas sean completamente efectivas. Un proceso constituyente sostenido y cuya definición colectiva comienza, pero no termina, el 25S.

Rescatar el Congreso es lanzar una invitación a que se articulen y unan otros movimientos sociales como la lucha de los funcionarios por la defensa de los servicios públicos, las diversas “mareas” y otras luchas por la igualdad y la justicia social. Significa negarnos a aceptar el miedo, la impotencia y la desorientación surgidas de la reducción de lo político a lo económico y sus consecuencias fascistas, xenófobas, racistas y machistas. Ybuscar una salida colectiva.

Invitamos a todas las personas que quieran acompañarnos a rodear el Congreso el 25 de septiembre, a decir ¡basta! y a continuar este camino para rescatar la democracia y la soberanía.

Queremos derechos, democracia, justicia y libertad para todo el mundo.

Hasta aquí hemos llegado, no tenemos miedo.

Nos vemos el 25S… y más allá.

[Este manifiesto es fruto del debate en las asambleas de esta Coordinadora*, un esfuerzo de síntesis de los motivos para el 25S que compartimos y otra de las voces por las que puedes sentirte apelado/a para acudir]


Unidad Cívica por la República (UCR), nuestro referente federal, forma parte de la Plataforma ¡En Pie!, que a su vez integra la Coordinadora 25S junto con otros colectivos y organizaciones.

** Cartel con los horarios de las acciones del 25S, publicado en la página web yovoy25s.

Cómo derechizar a un izquierdista


Cómo derechizar a un izquierdista
 Frei Betto

frei-betto

Ser de izquierda es, desde que esa clasificación surgió con la Revolución Francesa, optar por los pobres, indignarse ante la exclusión social, inconformarse con toda forma de injusticia o, como decía Bobbio, considerar una aberración la desigualdad social.
Ser de derechas es tolerar injusticias, considerar los imperativos del mercado por encima de los derechos humanos, encarar la pobreza como tacha incurable, creer que existen personas y pueblos intrínsecamente superiores a los demás.
Ser izquierdista -patología diagnosticada por Lenin como ‘enfermedad infantil del comunismo’- es quedar enfrentado al poder burgués hasta llegar a formar parte del mismo. El izquierdista es un fundamentalista en su propia causa. Encarna todos los esquemas religiosos propios de los fundamentalistas de la fe. Se llena la boca con dogmas y venera a un líder. Si el líder estornuda, él aplaude; si llora, él se entristece; si cambia de opinión, él rápidamente analiza la coyuntura para tratar de demostrar que en la actual correlación de fuerzas…
El izquierdista adora las categorías académicas de la izquierda, pero se iguala al general Figueiredo en un punto: no soporta el tufo del pueblo. Para él, pueblo es ese sustantivo abstracto que sólo le parece concreto a la hora de acumular votos. Entonces el izquierdista se acerca a los pobres, no porque le preocupe su situación sino con el único propósito de acarrear votos para sí o/y para su camarilla. Pasadas las elecciones, adiós que te vi y ¡hasta la contienda siguiente!
Como el izquierdista no tiene principios, sino intereses, nada hay más fácil que derechizarlo. Dele un buen empleo. Pero que no sea trabajo, eso que obliga al común de los mortales a ganar el pan con sangre, sudor y lágrimas. Tiene que ser uno de esos empleos donde pagan buen salario y otorgan más derechos que deberes exigen. Sobre todo si se trata del ámbito público. Aunque podría ser también en la iniciativa privada. Lo importante es que el izquierdista sienta que le corresponde un significativo aumento de su bolsa particular.
Así sucede cuando es elegido o nombrado para una función pública o asume un cargo de jefe en una empresa particular. De inmediato baja la guardia. No hace autocrítica. Sencillamente el olor del dinero, combinado con la función del poder, produce la irresistible alquimia capaz de hacer torcer el brazo al más retórico de los revolucionarios.
Buen salario, funciones de jefe, regalías, he ahí los ingredientes capaces de embriagar a un izquierdista en su itinerario rumbo a la derecha vergonzante, la que actúa como tal pero sin asumirla. Después el izquierdista cambia de amistades y de caprichos. Cambia el aguardiente por el vino importado, la cerveza por el güisqui escocés, el apartamento por el condominio cerrado, las rondas en el bar por las recepciones y las fiestas suntuosas.
Si lo busca un compañero de los viejos tiempos, despista, no atiende, delega el caso en la secretaria, y con disimulo se queja del ‘molestón’. Ahora todos sus pasos se mueven, con quirúrgica precisión, por la senda hacia el poder. Le encanta alternar con gente importante: empresarios, riquillos, latifundistas. Se hace querer con regalos y obsequios. Su mayor desgracia sería volver a lo que era, desprovisto de halagos y carantoñas, ciudadano común en lucha por la sobrevivencia.
¡Adiós ideales, utopías, sueños! Viva el pragmatismo, la política de resultados, la connivencia, las triquiñuelas realizadas con mano experta (aunque sobre la marcha sucedan percances. En este caso el izquierdista cuenta con la rápida ayuda de sus pares: el silencio obsequioso, el hacer como que no sucedió nada, hoy por ti, mañana por mí…).
Me acordé de esta caracterización porque, hace unos días, encontré en una reunión a un antiguo compañero de los movimientos populares, cómplice en la lucha contra la dictadura. Me preguntó si yo todavía andaba con esa ‘gente de la periferia’. Y pontificó: “Qué estupidez que te hayas salido del gobierno. Allí hubieras podido hacer más por ese pueblo”.
Me dieron ganas de reír delante de dicho compañero que, antes, hubiera hecho al Che Guevara sentirse un pequeño burgués, de tan grande como era su fervor revolucionario. Me contuve para no ser indelicado con dicho ridículo personaje, de cabellos engominados, traje fino, zapatos como para calzar ángeles. Sólo le respondí: “Me volví reaccionario, fiel a mis antiguos principios. Prefiero correr el riesgo de equivocarme con los pobres que tener la pretensión de acertar sin ellos”.

17 de septiembre de 2012

El Banco Central Europeo contra de la gente


El esquema de actuación europea (tanto en de los fondos europeos como el del BCE) trata de garantizar la rentabilidad al capital, a las entidades financieras o fondos acreedores
El jueves de la semana pasada el Banco Central Europeo (BCE) decidió comprar deuda pública de los gobiernos que hayan solicitado previamente la intervención de sus cuentas por parte del propio Banco, la Unión Europea y el FMI. Esta compra siempre estará sometida a “estrictas condiciones”. El BCE va a destinar todo el dinero que sea necesario, sin límite alguno, para realizar esta compra en el mercado de deuda (una especie de bolsa) y así reducir la prima de riesgo de estos países. Lo aprobado por el BCE se ha vendido como una buena noticia.
ELA rechaza la decisión del BCE. Se podrían señalar más cuestiones, pero nos vamos a referir exclusivamente a dos:
Se beneficia básicamente a las entidades financieras, que son quienes han adquirido la deuda pública. El BCE no va a comprar deuda pública a los gobiernos, sino que va a hacer que las entidades financieras tengan unas pérdidas mínimas en el mercado de deuda, garantizándoles que los títulos que compraron no van a perder valor. Es decir, la medida que aprobó el BCE no va a suponer ni un euro para los gobiernos (ni siquiera es un préstamo al gobierno). Es algo parecido a lo que va a hacer el Gobierno de Rajoy con el denominado “banco malo”, al comprar a las entidades financieras inmuebles por encima del precio de mercado. Por eso se puede decir que lo aprobado convierte al BCE en el “banco malo de la deuda pública”, socializando las pérdidas de las entidades financieras.
Se van a imponer nuevas condiciones a los gobiernos. Es muy grave que los gobiernos, a cambio de nada, vayan a tener que aceptar nuevas condiciones, calificadas ya por el presidente del BCE como muy estrictas. Estas condiciones se van a aplicar a los gobiernos que previamente hayan solicitado acudir a los fondos europeos ya acordados (acudirán a estos fondos a pedir préstamos que deben devolver con intereses), que en su reglamentación aprobada recogen claramente la condicionalidad.
El esquema de actuación europea (tanto el de los fondos europeos como el del BCE aprobado el jueves) trata de garantizar la rentabilidad al capital, a las entidades financieras o fondos acreedores. Para esto hay todo el dinero que haga falta (100.000 millones de euros para la banca en el Estado español, cantidades ilimitadas por parte del BCE, ,...). Se dice que de este modo se van a reducir los tipos de interés que pagan los gobiernos por su deuda.
Puede ser verdad en parte, pero no está tan claro, a la vista de lo ocurrido en 2012 en el Estado español, y desde luego no justifica que el Banco Central Europeo no compre deuda pública directamente a un tipo de interés realmente bajo, a la vez que presta un billón de euros a la banca privada al 1%.
A cambio, se aplican y se exige todo tipo de recortes en los derechos laborales y sociales. El empobrecimiento de la población es brutal. Basta recordar las medidas aprobadas en el Estado español (reformas laborales y de negociación colectiva, recortes en sanidad o educación, salarios y personal en el sector público, prestaciones por desempleo, aumento del IVA o de los precios de la luz y del gas, o la anunciada nueva reforma de las pensiones), las recientemente aprobadas en Portugal (rebaja salarial generalizada al imponer una subida de 7 puntos de la seguridad social a cargo de los trabajadores y trabajadoras) o las anunciadas en Grecia por la Troika (semana laboral de seis días, abaratamiento del despido, flexibilidad laboral, recorte de las prestaciones por desempleo,...).
Lo que hay, y lo que viene, es muy duro. Y no tiene punto final. A las condiciones que se ponen al inicio de estos procesos de intervención y de imposición de fuertes recortes, les siguen otras, como se constata en los casos mencionados de Portugal o Grecia. Se profundiza en el abismo social.
Hay que poner freno a esta sinrazón. Es necesario un cambio total de las políticas que se aplican. Solo de esta manera podremos salir de una manera justa de la actual situación de crisis. Sin embargo, es claro que quienes gobiernan (aquí y en otras partes de la Unión Europea) no están por la labor.

El banco malo en diez respuestas






El gobierno español ha cumplido con una de las condiciones exigidas para el rescate bancario de hasta 100.000 millones: la creación de un ‘banco malo’ mediante Real Decreto Ley, presentado por el ministro de economía, Luis de Guindos. En el presente artículo, publicado en La Estrella Digital trato de explicarlo de manera sencilla respondiendo a diez preguntas clave.

 1. Qué es un ‘banco malo’ y cómo funciona

El término hace referencia a una sociedad gestora de activos procedentes de una reestructuración bancaria. Y su funcionamiento básico sería el siguiente: la entidad con problemas que necesite sanearse estará obligada a transferir a esta sociedad gestora o ‘banco malo’ aquellos activos considerados problemáticos a un precio prefijado, por lo general a valor neto contable, es decir, coste de adquisición menos provisiones (dinero apartado por el banco para cubrir posibles pérdidas). El ‘banco malo’ se encargaría entonces de gestionar tales activos y asumiría las posibles pérdidas.  

 2. Para qué sirve

Su objetivo consiste en sanear entidades en dificultades por concentrar activos muy por debajo de su valor de adquisición, así como créditos morosos y de dudoso cobro. Al desgajar del banco aquellos activos considerados “tóxicos”, el banco ya saneado podría volver a captar financiación en los mercados mayoristas (consigue que quieran prestarle de nuevo) y conceder créditos de nuevo.


3. Qué tipo de ‘banco malo’ se tiene previsto crear en España

Existen varias modalidades posibles. Según establece el Real Decreto Ley 24/2012 del 31 de agosto, el ‘banco malo’ será una única sociedad gestora de activos, creada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y que funcionará durante un tiempo limitado a fijar en sus estatutos, estableciéndose como sociedad anónima. Se tratará de una entidad mayoritariamente privada: la participación estatal no podrá igualar ni superar el 50% del capital de la sociedad. El motivo es evitar que a efectos contables su creación suponga engordar el déficit público. Su única finalidad será la tenencia, gestión y venta de activos entregados por las entidades, a quienes el FROB podrá obligar a transmitir al “banco malo” aquellos activos considerados problemáticos. Para ello, previamente el Banco de España hará una valoración económica que determine el precio de compra de tales activos “tóxicos”.  

4. A qué nos referimos cuando hablamos de activo tóxico. Qué tipo de activos tóxicos se transferirá en el caso del ‘banco malo’ español

 Nos referimos a todo aquel que no permita recuperar su coste de adquisición, así como aquellos préstamos en mora o de dudoso cobro. En caso español, el principal activo “tóxico” sería el suelo, cuyo precio de mercado es incluso cero en no pocos casos. Todavía no está claro cuáles de estos activos serán los que se transferirán al ‘banco malo’, si serán créditos o activos inmobiliarios.

 5. Se tiene previsto destinar 25.000 millones a la compra de estos activos. ¿Será suficiente?

Depende. Según cifras oficiales se estima que los activos problemáticos rondan los 200.000 millones de euros. Si finalmente se destinan 25.000 millones se recurrirá al endeudamiento de la sociedad gestora, bien vía mercados (con garantía del Estado) o con transferencias del FROB. Por tanto, dependerá de que el banco malo pueda endeudarse lo suficiente de una u otra forma. Mediante este apalancamiento se minimiza el riesgo para el capital privado, que moverá una gran cantidad de capital con una inversión comparativamente pequeña. Se sigue así el modelo irlandés, cuya ratio de capital sobre deudas es de 1/300. El gobierno hará hincapié en este carácter privado del banco malo pero el mayor riesgo es soportado por el Estado, quien avala la deuda.  

 6. ¿Es la mejor solución a la crisis financiera que padece España?

Se aborda por fin la cuestión del saneamiento de la banca, pero el problema estará en los detalles. En todo caso, con ser una parte importante no es la única. Un banco malo sí puede servir como parte de la solución, pero aunque se haga bien, por sí solo no garantiza una salida a la crisis. Desgajar de los bancos los activos problemáticos resulta crucial, pero si no se reactiva la economía el valor de sus activos seguirá en caída libre y aparecerán nuevos préstamos morosos. Sin crecimiento no se pagan deudas. Resulta por tanto contraproducente compaginar el banco malo con políticas de ajuste salvaje. Asimismo, conviene tener presente por qué se ha llegado a esta situación, lo que implica inevitablemente poner coto a un hipertrofiado sector financiero.  

7. ¿Existen antecedentes exitosos a esta fórmula?

Sí. El ejemplo más recurrido es el caso sueco en su crisis de 1992. Entonces se creó un banco malo por entidad a la cada una de ellas transfirió sus activos dañados, pero a precio de mercado. Como esto suponía evidenciar importantes pérdidas, de manera simultánea se les inyectaba capital por esa misma cantidad. Esta intervención implicaba reemplazar la junta directiva (aclarando sus posibles responsabilidades penales) y responder a las pérdidas primeramente el banco y sus accionistas.

 8. El proceso parece sencillo, pero ¿qué problemas presenta?

Varios. Para empezar, el modelo español impuesto por la “troika” es similar, no al modelo sueco sino al irlandés, que después de tres años no parece precisamente exitoso. Lejos de ello se ha trasladado un inmenso endeudamiento privado bancario al Estado que fue “rescatado”, y con ello estigmatizado en los mercados. Las duras políticas de ajuste vinculadas al rescate han incidido en el grave error de conjugar desendeudamiento privado y políticas públicas recesivas. El saneamiento precisa crecimiento, no ajuste. Otro problema que puede presentar reside en el precio de transferencia de activos al banco malo. Si es demasiado bajo, aflorarán pérdidas en el banco intervenido y será necesaria una rápida inyección de capital para tapar el agujero. Si es demasiado elevado complica al banco malo, que adquirió el activo a un coste que no va a poder recuperar. Si no se hace bien, en ambos casos implicaría enormes cantidades de dinero público, aumentando el endeudamiento del Estado y la desconfianza de los inversores.

 9. ¿El Estado conseguirá recuperar el dinero que tiene previsto invertir?

No se sabe. Todo dependerá entre otos factores de qué cantidad de capital habrá de aportar y de cuánto tarde en recuperarse la economía. El coste de una crisis bancaria siempre es elevado pero sólo puede conocerse una vez terminada esta. Por su parte, la recuperación y su intensidad dependerán de cómo se gestione el saneamiento bancario, pero también de las políticas que lo acompañen, además del entorno regional. En este sentido, los continuados recortes en medio de una recesión de balance agravan el problema. Mientras, la eurozona por ahora insiste en una política suicida de ajuste colectivo. Será complicado así que la demanda, tanto interna como externa, pueda reavivar la economía. Y mientras esto prosiga se mantendrá un trasvase de deuda privada al Estado, aumentando el coste para las arcas públicas.  

10. El ministro de Economía dice que no “costará un euro” al contribuyente. ¿Es cierto?

Habría que saber a qué contribuyente se refiere, dado el trato fiscal privilegiado que, por ejemplo, disfrutan las rentas del capital frente a las del trabajo. En todo caso la afirmación es falsa. No sólo va a haber coste, sino que ya ha habido: entre 2008 y 2010 España dedicó un 8,4% de su PIB en ayudas a la banca. El saneamiento también exigirá necesariamente dinero público. ¿Quién va a pagar el coste de las entidades ya intervenidas? Además, el FROB podrá obtener un préstamo de hasta 100.000 millones de euros, siendo el Estado español quien se endeude como avalista y el contribuyente quien soporte el ajuste asociado a ese préstamo de la “troika”. Las posibles pérdidas del banco malo correrán en buena medida a cuenta del erario público, como avalista del endeudamiento de la sociedad gestora, mientras que el capital privado sólo responderá por la parte de esos hipotéticos 25.000 millones de euros que haya invertido. Quizá el ministro se refiriese a que el dinero público será recuperado, pero se trata de un auto de fe, pues esto no se sabe ni está garantizado. Más aún, la política seguida promete una larga travesía hasta la recuperación. Eso precisamente aumenta la factura y complica su reembolso.




15 de septiembre de 2012

La trama de Eurovegas, al descubierto


La trama de Eurovegas, al descubierto

“Buenas tardes, señor Adelson, tenemos un proyecto que seguro le interesará. No se preocupe por las trabas legales, de eso llevamos ya un tiempo encargándonos nosotros junto a unos cuantos amigos del Partido Popular.”

Situémonos: 2007, la burbuja inmobiliaria en su cénit, proyectos de macrocasinos por toda España y una familia de empresarios de Alcorcón visitando EEUU. Tienen varios miles de metros cuadrados de suelo, la idea de construir una ciudad del juego y una recalificación que acredita sus terrenos como edificables. Todo encaja; y lo suyo les ha costado.

Esperanza Aguirre ha prácticamente confirmado hace unos días que Eurovegas se erigirá en Alcorcón, como al parecer desea Sheldon Adelson. Este anuncio no es más que la culminación de una batalla empresarial, política y legal por conseguir los mayores beneficios posibles que lleva años librándose.

Imagen de eldiario.es
La familia de empresarios antes mencionada son los González Rodríguez, propietarios del Grupo Urtinsa y herederos de una gran superficie de suelo que se remonta a José Sanchiz de Quesada, capitán de artillería que posteriormente se convertiría en Marqués de Valderas y que compró numerosas pequeñas parcelas para unificarlas y sobre ellas construir en 1917 el palacio del marquesado. En 1936 en estas mismas tierras se situaría el Cuartel General de primera línea del bando franquista. La familia González acabó comprando esta superficie a los marqueses y desde entonces fue una zona rural sin mayor interés económico.

La zona donde más probablemente se edificará “Europa Vegas”, marca que ya ha sido registrada en Europa por Las Vegas Sands, lleva desde 1999, año PP llegó en aquel año a la alcaldía con Pablo Zúñiga a la cabeza, envuelta en recalificaciones, proyectos fallidos y conflictos legales. En primera instancia se proyectó la construcción de 33.000 viviendas en el llamado Ensanche Norte de Alcorcón. Para la recalificación de los terrenos el ayuntamiento se sirvió de Leopoldo Arnáiz, arquitecto al que recurren la mayoría de municipios madrileños gobernados por el PP, y que no dudó en negociar de forma privada con pequeños propietarios para comprar suelo a precio de zona rural y venderlo como urbanizable. Negocio redondo que le costó a Arnáiz una querella en 2003 (que aún no se ha resuelto) y al alcalde su puesto en las elecciones de ese mismo año. Con el nuevo gobierno local de PSOE e IU se denuncian los hechos a la fiscalía y se paraliza el proyecto, pero los propietarios, de los que más adelante hablaremos, se agruparon y recurrieron la decisión. Finalmente, y tras algún desacuerdo con la Comunidad de Madrid, se aprobó una recalificación que incorporaba más viviendas protegidas y que en última instancia sirvió para que el suelo de propiedad municipal pasase a manos privadas antes del gran pelotazo inmobiliario que se les venía encima.

Según informó ATTAC, a parte de 30 familias que poseen pequeñas parcelas, el suelo que Sheldon Adelson codicia para su desproporcionado complejo está en manos de las inmobiliarias Tabuenca, Realia y Metrovacesa, que suman a la ya citada familia González, los dueños de la inmobiliaria Ros y Falcón y Juan Benigno Alonso Alarcón, imputado este último en el mismo caso de corrupción urbanística que el ex-alcalde popular Pablo Zúñiga y el arquitecto Leopoldo Arnáiz; al parecer, Arnáiz recibió unos 300.000€ de empresas y sociedades dirigidas por Juan Benigno Alonso. El mundo de la corrupción es un pañuelo y al final todo queda entre amigos.

Uno de los anteriores propietarios es especialmente destacable de cara a entender la gran estafa que supone Eurovegas antes incluso de que coloquen la primera piedra: Metrovacesa. Precisamente Metrovacesa compró a Leopoldo Arnáiz, el arquitecto del PP imputado, terrenos en la zona de Alcorcón candidata a albergar Eurovegas. La inmobiliaria, que llegó a situarse a la cabeza del sector y cuya propia burbuja le explotó en la cara, está desde 2009 controlada en un 95'6% por seis bancos acreedores: Santander, Banesto, BFA (Bankia), Sabadell y Popular. Esta situación se dió tras la imposibilidad de refinanciar la ingente deuda que acumuló durante los últimos años del boom inmobiliario, en los cuales tuvieron lugar fuertes luchas internas por el poder. En la primera de ellas, en 2003, varios empresarios italianos representados por Alejandro Agag, yerno de Aznar, intentaron hacerse con el poder de la compañía, pero el entonces presidente lo evitó con ayuda de su mano derecha Ignacio López del Hierro, actual marido de Mª Dolores de Cospedal. Después, en 2005 el ahora marido de Cospedal fue multado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores por falsear la demanda y el precio de las acciones de Metrovacesa. En 2007 tendría lugar otra lucha interna en la que el todavía presidente contó con el apoyo de Juan Bautista Soler (ex-presidente del Valencia C.F. durante la época dorada de Camps y Barberá, responsable de uno de los mayores pufos urbanísticos de la Comunidad Valenciana como es el nuevo estadio de Mestalla e investigado en el caso Nóos por los contratos que efectuó con la fundación de Urdangarín).

López del Hierro dejaría Metrovacesa en 2007, tras repartirse con otros dos directivos 5'25 millones de € en concepto de indemnización, para recaer en Caja Castilla-La Mancha donde Cospedal, por entonces su novia, no dudó en colocarle en el consejo de administración de la Corporación Industrial.

Actualmente Metrovacesa ha despedido a más de la mitad de su plantilla y está dirigida con mano de hierro por Vitalino Nafría, un histórico del BBVA a quien la austeridad no impide usar un Mercedes de un cuarto de millón de euros y que, al dictado de los bancos acreedores, se ha asegurado de fulminar toda voz discordante o incómoda. El consejero delegado que acompaña a Nafría, Eduardo Paraja, merece aún más atención ya que muchos son quienes le acusan de impulsar contratos fraudulentos entre la inmobiliaria y algunas de sus anteriores empresas. Prosegur, empresa en la que ha trabajado Paraja casi toda su vida, consiguió poco después de su marcha a Metrovacesa un contrato con esta que, además, iba acompañado de un 13% de descuento que la inmobiliaria nunca redujo a sus clientes, estafa de la que se han hecho eco varios medios y sindicatos. Quienes insinuaron disconformidad fueron despedidos de la empresa, al igual que ocurrió con quienes se quejaron por el despido, indemnización y posterior contratación en Dutilh (despacho de abogados del cual Paraja era accionista) de varios abogados de la empresa. Como apunta Nacho Cardero en El Confidencial, “Era de locos. Les echaban, les indemnizaban y después les volvían a contratar indirectamente con la fusión”. Dados los precedentes de sus directivos, sería buena idea permanecer atentos a las empresas con las que Metrovacesa suscriba contratos durante la construcción de Eurovegas. Muy curioso sería que la encargada de la seguridad fuese Prosegur, o que Vialegis y Dutilh llevase los asuntos legales, o que los asuntos logísticos fuesen asignados a Service Point, otra empresa donde participó Paraja.

Metrovacesa registró en el primer semestre de 2012 una pérdida neta de 151'3 millones de €, con un descenso en los ingresos del 18'7%. Sin embargo, con la especulación sobre la situación final de Eurovegas, las acciones de la compañía han subido en Bolsa un 266% desde junio. En los últimos días, confirmado su emplazamiento en Madrid y anunciada la “intuición” de Esperanza Aguirre de que Alcorcón sería el lugar elegido, la subida ha sido del 136% tan solo en cinco sesiones. Fruto de esta locura bursátil, los bancos acreedores han ganado 560 millones de euros en apenas 4 días.

Con esta subida en Bolsa, probablemente se lucrarán también Eduardo Paraja y los ocho ejecutivos que este designase cuando él mismo diseñó y aprobó un plan de retribución variable de 13 millones de euros pagadero precisamente en 2012. Pese a que más de la mitad de los trabajadores ya no están, este repunte de las acciones supondrá a los directivos unos cuantos millones en bonus.

Y todas estas ganancias se producen sin que de momento se haya empezado la construcción. Es más: se producen sin que siquiera esté permitido iniciar la construcción. Hace unos meses el Tribunal Superior de Justicia de Madrid dio la razón a Ecologistas en Acción, que había presentado un recurso al plan de urbanización. Quedaría así paralizado todo el proyecto, a la espera de que el terreno que ha quedado como suelo rural sea declarado de nuevo urbanizable. Sin embargo, escuchando a Esperanza Aguirre lanzar intuiciones, parece claro que se apelará al interés regional, amparándose así en las modificaciones de la Ley del Suelo 9/2001 de la Comunidad de Madrid que Aguirre lleva algunos años realizando. Así, bastaría con declarar el proyecto como de interés regional para saltarse la mayoría de los obstáculos legales. Todo queda en manos del gobierno de Aguirre; lo sabe Adelson y lo saben los propietarios.
¿Nadie recuerda ya lo que pasaba
con el Monorail de los Simpson?
Pues eso.




Pocos parecen recordar ya que la situación en que nos encontramos es fruto principalmente de una burbuja inmobiliaria como la que de nuevo se afanan en inflar. O, de hecho, parecen recordarlo los menos indicados.






Artículo realizado por @oscar_carrion para la investigación "¿Quién gana con Eurovegas?"

¿Qué es el BCE?


¿Qué es el BCE? El BCE es el banco central de los Estados de la Unión Europea que pertenecen a la zona euro, como es el caso de España, Portugal, Grecia, Italia, Irlanda, etc.

Y ¿de dónde vino el dinero del BCE? El dinero del BCE, o sea el capital social, es el dinero de todos nosotros, los ciudadanos de la UE, en proporción a la riqueza de cada país. Así, a Alemania le correspondió poner un 20% del total.
Los 17 países de la UE que se adhirieron al euro, entraron en conjunto con un 70% del capital social y los restantes 10 países, de los 27 Estados de la UE, contribuyeron con un 30%.

Y, ¿es mucho  ese dinero?
El capital social era de 5,8 billones de euros, pero a final del año pasado, se decidió hacer un primer aumento del capital, desde que fue creado hace cerca de doce años, en tres fases: A finales del 2010, a finales del 2011 y a finales del 2012, hasta elevar el capital del banco a 10,6 MIL millones.

Entonces, si el BCE es el banco de estos Estados, puede prestar dinero a España, Portugal, Grecia, Italia, Irlanda, etc.  como cualquier banco puede prestar dinero a cualquiera de sus accionistas. ¿O no?
No, no puede.

¿Por qué?
¿Por qué? Porque… porque… bueno, son las reglas.

Entonces, ¿a quién puede prestar dinero el BCE? A otros bancos, a bancos alemanes, franceses, españoles, portugueses, etc.

¡Ah! ya me entero… Entonces, España, Portugal, Alemania, etc. cuando precisan dinero prestado, no van al BCE, tienen que ir a otros bancos que sí acuden al BCE…Sí.


Me pregunto que para qué complicar tanto… ¿No era mejor que España, Portugal, Grecia, etc.  acudieran directamente al BCE?
Bueno sí… En cierto sentido, sí… pero de ese modo los banqueros no ganarían nada en ese negocio…

¡Ahora caigo…! Está claro, los bancos precisan ganar alguna pequeñez…
El BCE, de mayo a diciembre del 2010 prestó cerca de 72 MIL millones de euros a países del euro, a la llamada “deuda soberana”, a través de un conjunto de bancos, al 1%. Y ese conjunto de bancos prestaron a los Estados (España, Portugal, Grecia, etc.) al 6 o 7%.

Pero eso es un negocio redondo: Sólo por ir a Bruselas a buscar el dinero, fíjate lo que se llevan…
No tienen que, ni siquiera, desplazarse a Bruselas.
La sede del BCE está en Alemania, en Frankfurt. Tomando a Portugal como ejemplo, en el crédito a Portugal, los bancos ganaron entre 3 y 4 MIL millones de euros…

Eso es un verdadero robo… con ese dinero que nos quitan, no tendríamos por qué congelar o rebajar las pensiones, o el subsidio de desempleo, recortar la Sanidad, la Educación, o descontar a funcionarios, o…
La gente tiene que ser consciente de que los bancos tienen que ganar mucho dinero, si no ¿cómo podrían pagar los dividendos a los accionistas, a los consejeros, a los altos directivos que son gente “tan especializada”…?

Pero, quien manda en el BCE ¿cómo puede permitir un escándalo de este tipo?
En el BCE mandan los gobiernos de los países de la zona euro; Alemania en primer lugar, que es el país más rico, pero también Francia, España, Portugal y los demás países…

Entonces, los gobiernos de nuestros países, ¿dan nuestro dinero al BCE para que ellos presten a los bancos al 1%, para que, después, ellos presten del 5 al 7% a los gobiernos de los países, que son los dueños del BCE?
Bueno, no es exactamente así. Como Alemania es rica y puede pagar bien las deudas, los bancos sólo le cobran un 3%. A Grecia, Portugal, Irlanda, etc. que están asfixiados, es a quienes les elevan los intereses al 6, 7 ó más por ciento.

Entonces, ¿somos los dueños del dinero y no podemos pedir a  NUESTRO propio banco…?
¿Somos? ¿Quiénes somos? Nuestros países, España, Portugal, Italia, o Alemania no están formados por gente vulgar como nosotros. No queramos comparar un limpiabotas de nada, que gana 400 ó 600 euros al mes, o un albañil que anda desempleado, con un gran accionista que percibe 5 ó 6 millones de € de dividendos por año, o con un administrador de una gran empresa, o de un banco que ganan, con las primas a que tienen derecho, unos 50, 100, o 200 MIL euros por mes. No se puede comparar.

Y, ¿nuestros gobiernos, aceptan una cosa así?
Nuestros gobiernos… Por un lado son, en la mayor parte, amigos de los banqueros (todos los partidos políticos lo son), o están a la espera de sus favores, o de un privilegiado empleo cuando ya no consigan los votos necesarios…


Pero, entonces, ¿ellos no han sido elegidos por nosotros?
En cierto sentido sí, claro, pero después… ya sabes, quien gobierna, es quien tiene la sartén por el mango. Y es lo que se ve claramente en esta crisis mundial, la mayor desde hace un siglo.
Esa cosa que llaman “sistema financiero”, transformó el mundo de las finanzas en un casino mundial, realmente como ningún casino había nunca visto, ni sospechado, y llevó a los EE.UU. y a Europa al borde la de ruina. Está claro, esas personas importantes se llevaron el dinero para su casa y dejaron a la gente como nosotros, que tenía el dinero en los bancos, o los fondos de inversión, a la luna de Valencia…
Los gobiernos, en los EE.UU. y en Europa, para evitar la ruina de los bancos tuvieron que reponerles el dinero…( o sea, rescatarlos con dinero público, que es el dinero de nuestros impuestos).

Y ¿dónde fueron a buscarlo? 
¡Dónde los iban a buscar…! En los impuestos, en las pensiones, en los salarios, en los funcionarios, en la enseñanza, en la sanidad, en las prestaciones sociales… ¿De dónde podía proceder el dinero del Estado?

Pero, ¿metieron a los responsables en la cárcel? 
¿En la cárcel? ¡Qué disparate! Entonces, ellos que montaron la cosa, ingenierías financieras sofisticadísimas, sabrán aplicar el remedio.  Sólo ellos podrán poner orden en la casa…
Está claro que a algunas personas más comprometidas, como Raymond McDaniel, que era el presidente de la Moody’s, una de esas agencias de “rating” que clasificaron la credibilidad para pagar la deuda, de Portugal, Grecia, etc. como de bono basura, y que tiraron a los países por el suelo, fueron… apartados y pasados a la reserva…  Como el tal McDaniel, y otros, es una persona importante, se llevó una indemnización de 10 millones de dólares, a los “que tenía derecho”…

13 de septiembre de 2012

Pasos hacia un proceso constituyente



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Uno de los carteles de la convocatoria del 25 de septiembre bromea con la figura del Ecce Homo de Borja / prop25s.tumblr.com.
El concepto proceso constituyente se ha ido abriendo paso. Lo dice el 25S. Lo dice Anguita y lo debate Izquierda Unida(PDF). Lo menciona Mario Conde. El sitioconstituyentes.org y el catalán Poder Constituentlo promocionan y el republicanismo derechista de Antonio García Trevijano machacó con la idea en las primeras asambleas multitudinarias en la Puerta del Sol. Pero, ¿qué es?
“Es la fijación de un pacto básico” que se abre “cuando existe una convicción generalizada en la sociedad de que el anterior pacto de convivencia ha quedado agotado o cuando se perciben como injustas, ineficaces o insosteniblessus decisiones básicas” explica Antonio del Cabo, catedrático de Derecho Constitucional.
En un conocido vídeo, Roberto Viciano opina que la sola mención de la idea “genera el rechazo absoluto de todo el poder constituido actual. Y también de los poderes económicos y los medios”. Para el también catedrático de Derecho Constitucional, que fue asesor de los gobiernos de Venezuela y Bolivia durante sus propios procesos constituyentes en los 2000, la propuesta de redefinir las reglas del juego se enfrenta a la idea de que lo que hay es irreformable. “Creo que un proceso constituyente permite que la gente se dé cuenta de que empiezan a surgir ideas. Una parte de la angustia social va a tener un mecanismo de escape o de ruptura”, argumentaba en el vídeo.
Cuando PP y PSOE se pusieron de acuerdo en agosto de 2011 para incluir el techo de deficit y la prioridad en el pago a los acreedores como principio constitucional, la reforma se hizo por el procedimiento ordinario, que no requiere de un referéndum para su aprobación y necesita del acuerdo de tres quintas partes de las Cortes. El otro procedimiento, que necesita del apoyo de dos tercios de las cámaras y de un referendum que lo corrobore, es el que lleva a los constitucionalistas a definir la del ’78 como una Constitución “rígida”, dificilmente reformable, donde además toda iniciativa de cambio corresponde al sistema parlamentario.
Este documento rígido se ha convertido, según el activista y miembro de la Universidad Nómada, Raúl Sánchez Cedillo, “en un texto orientativo, como la declaración de Derechos Humanos, que no tiene una ’potestas’ que lo haga ejecutar”. Esta doble situación, la de una Constitución que no puede asegurar algunos de sus principios básicos como el acceso a la vivienda, y la de un sistema de partidos crecientemente deslegitimado, es la que da pie a pensar en la necesidad del proceso constituyente.
En la tradición constitucionalista y republicana se distingue entre el poder constituyente y el poder constituído. El primero “lo realiza el pueblo organizándose en asambleas populares, en los barrios, ciudades, lugares de trabajo, centros de estudios, etc.; elaborando propuestas a través del debate popular”, explican en constituyentes.org. Esta fase termina con la redacción de la Constitución. A partir de ahí será el poder constituido -los partidos políticos en las democracias que conocemos hasta ahora, la dictadura de partido en los regímenes comunistas históricos- el depositario de la legitimidad.
“El primer problema es cómo generar un proceso de discusión de masas, como encarnarlo, popularizarlo y construirlo sin que sea un debate de elites”, apunta Sánchez Cedillo. Para el activista, la puesta en marcha de dicho proceso supondría una “innovación radical” de los movimientos interesados en darle la vuelta a la situación presente. “No se trataría de ver la Constitución como un problema clásico de paso de la dictadura a la democracia, se puede explicar como un proceso de lucha de clases: cómo darle la vuelta a la crisis para que la situación sea favorable para los pobres, para la multitud subalterna de Europa”.
La propuesta ha podido trascender los debates en los grupos republicanos y en el activismo tradicional, pero aún se enfrenta a recelos. Los más obvios, que círculos de la derecha han hecho suya también esta bandera. Además de Trevijano y de Mario Conde, a su manera dos clásicos de la derecha “no mainstream”, las ideas pro-constituyente se pueden escuchar en las intervenciones de Lorenzo Abadía, antiguo miembro del PP de Aragón, y están en boca de destacados miembros conservadores del aparato del Estado, con frecuencia a partir del rechazo a las Autonomías.
“No es un tema del que los movimientos se puedan inhibir, esta explosión de posicionamientos en la derecha indica que la cosa está en la realidad, y no es una cuestión de me interesa-no me interesa.El post 15M no puede echarse para atrás o pretender estar por otra cosa, por un proceso más lento o por una separación con respecto al mundo de lo político”, indica Sánchez Cedillo. Para del Cabo, “si no se abre un proceso constituyente, la consecuencia será un progresivo alejamiento de la población respecto del sistema político”, una situación que juzga “de consecuencias imprevisibles”.