23 de julio de 2012

SUFRIMOS UNA SITUACIÓN DE EMERGENCIA

SUFRIMOS UNA SITUACIÓN DE EMERGENCIA, SUFRIMOS UNA ACTUACIÓN DE SINVERGÜENZAS



La situación de emergencia que estamos sufriendo todos los españoles, nos obliga a parar un poco y meditar las acciones y estrategias con las que los ciudadanos, arrebatados por el cabreo general de una estafa tan descomunal, intentan hacer frente a esto de manera más o menos contundente pero a veces falta de reflexión.
Es obvio que la realidad se hace más evidente en cuanto a:
1.La emergencia económica debida a las consecuencias directas del neoliberalismo, un fracaso del capitalismo que ya preconizaba Marx y que nos está llevando al desastre total.
2.La emergencia política, con doble vertiente, una la enorme corrupción que hay en buena parte de los políticos y otra su visión capitalista-neoliberal incapaz de dar una solución profunda, enfrentandose a “los mercados” que por otra parte tienen nombres y apellidos y a la vez entregando a los españoles a ellos como sus siervos.
3.Emergencia judicial, con problemas similares a la de los políticos, habiendo perdido todo contacto real con la sociedad a la que se deben, sin que haya la separación necesaria entre los poderes judicial y político.
4.La emergencia de un sistema electoral injusto y desproporcionado que nos lleva a una supuesta democracia en la que tenemos parlamentos que no representan la realidad plural de la población.
5.La emergencia de una constitución más que amortizada, con una monarquía corrupta y trasnochada, sin ningún sentido ni democrático ni representativo.
6.La emergencia de una policía que debería estar educada con criterios de defensa del pueblo en lugar de fuerzas represoras.
Estas obviedades con sus nefastos efectos sobre los trabajadores, parados, jóvenes, jubilados, dependientes, etc y algunas otras son las que están haciendo salir a la calle a los ciudadanos que ya no tienen miedo, que se atreven a gritar y soportar la represión en las calles.
Por otra parte están aflorando convocatorias con la cobardía del anonimato, vía redes sociales o telefonía móvil para protestar solo contra los políticos (en general) y contra los sindicatos, esto es alarmante porque solo la ultraderecha puede estar detrás de esto. Una cosa es el cambio de sistema para “limpiar” lo corrupto y construir una democracia participativa y otra los intentos de acabar con la democracia y con organizaciones sindicales que aún siendo criticables son las únicas que aún tienen algo de fuerza para enfrentarse a este brutal ataque.
Ante lo cual es necesario concretar la crítica, hacerlo a fondo puesto que la corrupción de algunos políticos o de algunos sindicalistas solo es una parte del problema, no “EL PROBLEMA” el problema de fondo está en el sistema en sí mismo, en el neoliberalismo que nos oprime y fomenta la corrupción.
Por ello es urgente y necesario crear un frente cívico, un bloque ciudadano al que Julio Anguita ya nos ha llamado y que va en la línea de aglutinar a todos aquellos ciudadanos que crean en la necesidad de organizarse para hacer frente al neoliberalismo, empezando por lo cercano y concreto.
No nos perdamos en frases cotidianas que generalizan en el mismo saco a colectivos enteros o estaremos fomentando a los “salvadores de la patria” que solo pretenden repetir la vieja historia de una dictadura fascista, porque a río revuelto…

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