Crónica del Encuentro Relaciones Unión Europea - América Latina
"Pensamos que otro mundo es posible y trabajamos para hacer realidad ese sueño"
"Pensamos que otro mundo es posible y trabajamos para hacer realidad ese sueño"
David Arrabalí (Mundo Obrero)
Entre abrazos e intercambios de teléfonos se despidieron los participantes en el Encuentro por la construcción de unas nuevas relaciones entre la Unión Europea y América Latina, organizado por el Grupo Parlamentario de la Izquierda Unitaria Europea, en colaboración con Enlazando Alternativas, La Alianza Social Continental y el Tribunal Permanente de los Pueblos.
Los pasados días 18 y 19 de noviembre, en Bruselas (Bélgica), delegaciones de distintos países, en particular la delegación española, trabajamos, comimos, bebimos, reímos, hablamos, discutimos, reflexionamos y nos escuchamos en este espacio de encuentro y de lucha por la justicia y la libertad.
La delegación estuvo compuesta por Jaime Aja, Jorge García Castaño, Esther López Barceló, Pedro Montes, Macarena Vallejo, José Antonio Rubio, Felicitas Velázquez, Fran Pérez, Wilson Gómez, Javier Portal, Marta Segovia, Julio Hellín, Pedro Jiménez, Rubén Bejarano, Ismael González, Jeffersón Cárdenas, Angels Tomas, David Arrabalí, Esther Gómez y Javier Romero, entre otros participantes. Elvira Hernández y Mireia Rovira nos ayudaron y trabajaron para que todo saliera bien.
Nos acompañaron en todo momento el eurodiputado español Willy Meyer, además del eurodiputado irlandés Joe Higgins, la europarlamentaria portuguesa Ilda Figueiredo, y los europarlamentarios alemanes Gabi Zimmer y Lothar Bisky.
En esos dos días trabajamos intensamente en las distintas sesiones del encuentro, apoyando a los ponentes, etc. Fue una experiencia irrepetible porque pudimos relacionarnos gentes distintas que pensamos que otro mundo es posible y trabajamos para hacer realidad ese sueño.
Allí pudimos saludar en la sesión de apertura al veterano sociólogo marxista, Francois Houtard, presidente del Tribunal Permanente de los Pueblos. La presentación corrió a cargo de Lothar Bisky, presidente del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea y de Die Linke. Por último intervino Gonzalo Berrón, de la Alianza Social Continental y Enlazando Alternativas.
En el anfiteatro, escuchamos emocionados los testimonios de las violaciones de los derechos humanos por parte de las multinacionales europeas en sectores estratégicos de la economía latinoamericana. Ariovaldo de Oliveira, del Movimiento de los Sin Tierra (MST) nos contó el caso de la multinacional agroalimentaria Syngenta, que está invadiendo Brasil de transgénicos ocupando grandes extensiones de los territorios de la amazonía y espacios naturales, enviando pistoleros y milicias armadas contra los que se oponen a su destrucción.
La compañera Dolores Jarquin, de Nicaragua, nos hablo de las privatizaciones salvajes patrocinadas por las transnacionales en centroamérica, como la empresa española Unión Fenosa que se apropió del sector eléctrico nicaragüense a través de un acuerdo firmado con el anterior gobierno en detrimento de la población y de la legalidad institucional.
Así Mario Palacios, de la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI) del Perú, denunció el saqueo que las multinacionales mineras están realizando usurpando las tierras de las comunidades indígenas, secuestrando, torturando y asesinando a los dirigentes comuneros.
También la transnacional alemana Thyssen-Krupp fue denunciada por crímenes ambientales y violación de derechos de los trabajadores, por los representantes de los pescadores que viven en los alrededores de la Bahía Sepetiba, en el estado de Río de Janeiro, que sufren el impacto de obras realizadas por la Compañía Siderúrgica en el Atlántico.
En las siguientes sesiones se cuestionó el marco jurídico que está permitiendo a las multinacionales actuar con impunidad; y tras esto se habló de hacer propuestas normativas y de acción para corregir las injustas asimetrías que presiden en la actualidad las relaciones entre la Unión Europea y América Latina. En esta última conocí e interrogué a Gianni Tognoni, secretario general del Tribunal Permanente de los Pueblos.
En la sesión de clausura, con la delegación española en pleno, saludamos a nuestro compañero, el europarlamentario español Willy Meyer, así como a la compañera Anna Camposampiero de Rifondazione, Pedro Ramiro del OMAL, Carlos Martínez de ATTAC y Enrique Daza de la ASC. Así como conocimos al compañero colombiano Carlos Alberto Ruiz, con el que ya tenemos algunos proyectos. También pudimos hablar largo y tendido con Fran Pérez, que no sé como consigue estar en todos los lugares al mismo tiempo.
Después del Parlamento Europeo, fuimos al Restaurante Dimensión Latina, en la Rue du Midi, cerca de la fuente del Manneken Pis, donde comimos diferentes especialidades peruanas. Por supuesto, me tomé un pisco y cabrito a lo norteño con los compañeros. En el restaurante se produjeron los primeros cánticos, se cantó La Internacional.
Nos fuimos a la Grande Place, y después de observar la placa que la ciudad de Bruselas le dedicó al camarada Karl Marx, donde redactó el Manifiesto Comunista, nos aventuramos a entrar a un bar cubano que ofrecía música en directo. Y, como no, tomamos algunos rones y mojitos; andaluces, madrileños, catalanes... el propio Willy Meyer y la compañera italiana, cantamos, bailamos y hablamos toda la noche, no lo olvidaré nunca. A estrechar lazos nos ayudó este programa lúdico que terminó en el paraíso de la absenta y luego en el deliriums tremens.
Los participantes nos marchamos y por fin pudimos descansar con una enorme satisfacción, el Encuentro fue un éxito. Pero no fue sólo eso, sentimos que éramos parte de una causa, la defensa de los derechos humanos, la justicia social y la solidaridad entre los pueblos, y que estábamos construyendo algo que va mucho más allá de este y otros encuentros.
Así fue el Encuentro, dos días de abrazos, trabajo, conferencias y algunos mojitos, unidos por un ideal compartido.
Entre abrazos e intercambios de teléfonos se despidieron los participantes en el Encuentro por la construcción de unas nuevas relaciones entre la Unión Europea y América Latina, organizado por el Grupo Parlamentario de la Izquierda Unitaria Europea, en colaboración con Enlazando Alternativas, La Alianza Social Continental y el Tribunal Permanente de los Pueblos.
Los pasados días 18 y 19 de noviembre, en Bruselas (Bélgica), delegaciones de distintos países, en particular la delegación española, trabajamos, comimos, bebimos, reímos, hablamos, discutimos, reflexionamos y nos escuchamos en este espacio de encuentro y de lucha por la justicia y la libertad.
La delegación estuvo compuesta por Jaime Aja, Jorge García Castaño, Esther López Barceló, Pedro Montes, Macarena Vallejo, José Antonio Rubio, Felicitas Velázquez, Fran Pérez, Wilson Gómez, Javier Portal, Marta Segovia, Julio Hellín, Pedro Jiménez, Rubén Bejarano, Ismael González, Jeffersón Cárdenas, Angels Tomas, David Arrabalí, Esther Gómez y Javier Romero, entre otros participantes. Elvira Hernández y Mireia Rovira nos ayudaron y trabajaron para que todo saliera bien.
Nos acompañaron en todo momento el eurodiputado español Willy Meyer, además del eurodiputado irlandés Joe Higgins, la europarlamentaria portuguesa Ilda Figueiredo, y los europarlamentarios alemanes Gabi Zimmer y Lothar Bisky.
En esos dos días trabajamos intensamente en las distintas sesiones del encuentro, apoyando a los ponentes, etc. Fue una experiencia irrepetible porque pudimos relacionarnos gentes distintas que pensamos que otro mundo es posible y trabajamos para hacer realidad ese sueño.
Allí pudimos saludar en la sesión de apertura al veterano sociólogo marxista, Francois Houtard, presidente del Tribunal Permanente de los Pueblos. La presentación corrió a cargo de Lothar Bisky, presidente del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea y de Die Linke. Por último intervino Gonzalo Berrón, de la Alianza Social Continental y Enlazando Alternativas.
En el anfiteatro, escuchamos emocionados los testimonios de las violaciones de los derechos humanos por parte de las multinacionales europeas en sectores estratégicos de la economía latinoamericana. Ariovaldo de Oliveira, del Movimiento de los Sin Tierra (MST) nos contó el caso de la multinacional agroalimentaria Syngenta, que está invadiendo Brasil de transgénicos ocupando grandes extensiones de los territorios de la amazonía y espacios naturales, enviando pistoleros y milicias armadas contra los que se oponen a su destrucción.
La compañera Dolores Jarquin, de Nicaragua, nos hablo de las privatizaciones salvajes patrocinadas por las transnacionales en centroamérica, como la empresa española Unión Fenosa que se apropió del sector eléctrico nicaragüense a través de un acuerdo firmado con el anterior gobierno en detrimento de la población y de la legalidad institucional.
Así Mario Palacios, de la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI) del Perú, denunció el saqueo que las multinacionales mineras están realizando usurpando las tierras de las comunidades indígenas, secuestrando, torturando y asesinando a los dirigentes comuneros.
También la transnacional alemana Thyssen-Krupp fue denunciada por crímenes ambientales y violación de derechos de los trabajadores, por los representantes de los pescadores que viven en los alrededores de la Bahía Sepetiba, en el estado de Río de Janeiro, que sufren el impacto de obras realizadas por la Compañía Siderúrgica en el Atlántico.
En las siguientes sesiones se cuestionó el marco jurídico que está permitiendo a las multinacionales actuar con impunidad; y tras esto se habló de hacer propuestas normativas y de acción para corregir las injustas asimetrías que presiden en la actualidad las relaciones entre la Unión Europea y América Latina. En esta última conocí e interrogué a Gianni Tognoni, secretario general del Tribunal Permanente de los Pueblos.
En la sesión de clausura, con la delegación española en pleno, saludamos a nuestro compañero, el europarlamentario español Willy Meyer, así como a la compañera Anna Camposampiero de Rifondazione, Pedro Ramiro del OMAL, Carlos Martínez de ATTAC y Enrique Daza de la ASC. Así como conocimos al compañero colombiano Carlos Alberto Ruiz, con el que ya tenemos algunos proyectos. También pudimos hablar largo y tendido con Fran Pérez, que no sé como consigue estar en todos los lugares al mismo tiempo.
Después del Parlamento Europeo, fuimos al Restaurante Dimensión Latina, en la Rue du Midi, cerca de la fuente del Manneken Pis, donde comimos diferentes especialidades peruanas. Por supuesto, me tomé un pisco y cabrito a lo norteño con los compañeros. En el restaurante se produjeron los primeros cánticos, se cantó La Internacional.
Nos fuimos a la Grande Place, y después de observar la placa que la ciudad de Bruselas le dedicó al camarada Karl Marx, donde redactó el Manifiesto Comunista, nos aventuramos a entrar a un bar cubano que ofrecía música en directo. Y, como no, tomamos algunos rones y mojitos; andaluces, madrileños, catalanes... el propio Willy Meyer y la compañera italiana, cantamos, bailamos y hablamos toda la noche, no lo olvidaré nunca. A estrechar lazos nos ayudó este programa lúdico que terminó en el paraíso de la absenta y luego en el deliriums tremens.
Los participantes nos marchamos y por fin pudimos descansar con una enorme satisfacción, el Encuentro fue un éxito. Pero no fue sólo eso, sentimos que éramos parte de una causa, la defensa de los derechos humanos, la justicia social y la solidaridad entre los pueblos, y que estábamos construyendo algo que va mucho más allá de este y otros encuentros.
Así fue el Encuentro, dos días de abrazos, trabajo, conferencias y algunos mojitos, unidos por un ideal compartido.